La prensa ha resaltado la conmemoración del 70 aniversario del bikini o biquini, la famosa y una vez controversial prenda femenina de baño compuesta de un sujetador y una braga. La escritura con /k/ (bikini) es predominante y ajustada al origen del nombre, pero también es válido escribirla con /q/ (biquini) en correspondencia con el perfil del idioma castellano, en el cual no se recomienda el uso de la /k/ en medio de palabra.
Desde luego que esto no aplica para antropónimos (nombres de personas) procedentes de otras lenguas: Kafka, Trotski. Los derivados de estos nombres, como los gentilicios de lugares que llevan esta consonante, admiten la variación: pequinés (de Pekín), neoyorquino (de Nueva York), paquistaní (de Pakistán).
Bikini es un topónimo (nombre de un lugar) y por tanto conserva su escritura etimológica. El Diccionario panhispánico de dudas apunta sobre bikini lo siguiente: “Esta grafía, mayoritaria en el uso, es también la etimológica, pues esta voz procede del topónimo Bikini, nombre de un atolón de las islas Marshall; se considera también válida la grafía adaptada biquini. Es voz masculina en todo el ámbito hispánico, salvo en la Argentina, donde se usa en femenino”.
Algunos hablantes emplean el vocablo “monokini” para aludir a un bañador de una sola pieza. Recientemente, a propósito de los setenta años del bikini la prensa ha escrito la variante “trikini”, que sería el traje de baño de tres piezas. De un periódico digital español tomo el siguiente párrafo:
“Olvidados ya aquellos prejuicios morales de los primeros años, el biquini es actualmente la prenda que más triunfa entre las españolas. Según el estudio, tres de cada cuatro españolas lo prefieren frente a otro tipo de modelos como el bañador o el triquini, aunque estas últimas prendas han vuelto a estar en alza entre el público más joven durante las últimas temporadas, con un incremente de compra del 24%”.
De este texto es bueno observar la tendencia de los españoles a obviar la letra k y emplear el dígrafo /qu/. Además, la validación de “triquini” para denominar el traje de baño de tres piezas.
Si los hablantes persisten en el uso y la literatura y los periódicos las siguen empleando, las palabras monoquini o monokini y triquini o trikini habrán de ser registradas por las academias de la lengua española.
Mientras tanto, ninguna figura en el Diccionario académico, con excepción de bikini y su adaptación en español biquini.
Carné, plural carnés
A mediados de semana, la prensa informó sobre la extensión de la vigencia del documento de regularización migratoria para miles de extranjeros, mayormente haitianos, residentes en el territorio dominicano, con lo cual salieron a relucir las dudas sobre la grafía de la palabra carné.
Un diario puso como principal titular de primera página lo siguiente: “Extienden vigencia carnets haitianos”. Otro, también en primera pero con menos despliegue, escribió: “Extienden vigencia carnets extranjeros”. Este último, no obstante, al tratar la noticia en la tercera página la tituló de este modo: “Medina autoriza extender vigencia carnés extranjeros”.
Esta última (carnés) es la forman apropiada y es como debió aparecer en cada caso, ya que carné es la adaptación en español de ese vocablo procedente del francés. Su plural es carnés, conforme a modelos de palabras agudas terminadas en vocal (papás, cafés, sofás, dominós, ciempiés…).
El galicismo carnet ha dado origen a otras palabras en español en las que pervive la /t/ de la voz original. Tales son el verbo carnetizar (dotar a alguien de carné) y el sustantivo carnetización (acción y efecto de carnetizar). Como todo verbo genera un adjetivo mediante el participio, tenemos ese adjetivo en carnetizado (condición de la persona que ha recibido su carné).