Opinión

Pensamientos y algo más

Pensamientos y algo más

POR: Domingo Porfirio Rojas Nina
rojasninasc@hotmail.com

 

Los necesitados, olvidados, humildes y pobres pueden y tienen derechos. En una mañana pintada de auroras, rosas y un sol refulgente, llegó a mi oficina de esta ciudad, todavía no vencido por los años, con poca visión en uno de sus ojos, dificultades para escuchar, un hombre lleno de esperanzas.
A ese ser humano, le invitamos a sentarse, preguntándole que si tomaba café, respondiendo si, brindándole una taza de esa aroma de color, sabroso e inconfundible. Al preguntarle sobre el motivo de su visita, pues diariamente recibimos entre siete y ocho personas, nos respondió así: “Mi nombre es Julián Días Reyes, ex sargento (r) de la Policía Nacional, y vivo en el sector Los Guandules y leo su columna del periódico “El Nacional” todos los Viernes, junto a un grupo de amigos en el parque de la Av. Duarte”, ¡Muchas gracias, muchas gracias señor Reyes, le contestamos!.

“Doctor Rojas Nina le traigo el proyecto que durante varios años he coleccionado titulado “Pensamientos y algo más”, y un amigo me ayudó a pasarlo a computadora y otros ciudadanos”.

“Yo anhelo que usted me escriba el prólogo y me ayuda con la institución que pertenecí por más de 20 años, sino con otras entidades y personas a publicarlo, pues esto es mi mayor anhelo antes de morir; me aliviaré de la situación en que vivo y extenderé mis manos de lo que venda a personas pobres como yo”.

Estas frases de Julián, junto a otras, me conmovieron sensible y profundamente y volví a rememorar mis años y días de estudiante humilde y también muchos instantes padecidos, aún luego de ser profesional y haber ostentado muchísimo cargos y funciones en el tren del Estado, modestia y aparte, negándome a ser corrupto, inmoral ni charlatán.

“Pensamientos y Algo Más” está investido de derechos reservados, registrado en la Oficina de Derecho de autor con el No. 12105-06.
En Ten Presente, Sol Teresa de Calculta, premio nobel de la paz, cita estas frases: “Ten presente que la piel se arruga, el cabello se vuelve blanco, los días se convierten en años, pero tu fuerza y tu convicciones no tienen edad” Y Julián expresa: “El que no sabe leer ni escribir, más que analfabeto, es un esclavo de la ignorancia”. Tocaremos puertas a favor de la publicación de tan interesante “pensamientos y algo más”.

El Nacional

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