Con la muerte de José León Asensio, ocurrida a los 90 años de edad, la nación pierde no solo a un empresario icónico y mecenas del arte y la cultura, sino a un gran ser humano.

La condición de presidente de firmas como E. León Jimenes, Cervecería Nacional Dominicana y muchas otras no lo alejaba ni lo diferenciaba de las relaciones con los empleados ni con nadie.

La prensa encontró siempre abiertas las puertas de sus oficinas o residencia para una entrevista.

León Asensio fue un gran emprendedor, que además de desarrollar empresas, de las cuales algunas han alcanzado la categoría de marcas nacionales, respaldó las bellas artes.

Compartía con sus amigos la buena música, de la que era un amante.

La familia pierde con su triste partida a un ser que dejó un valioso legado a la sociedad, de cuyo cariño y respeto se hizo merecedor por su nobleza.