Sin despejar temores de que se interrumpa el acuerdo Stand by del Gobierno con el Fondo Monetario Internacional (FMI), una misión técnica de ese gendarme ha venido a revisar las cuentas nacionales para identificar fuentes de financiamiento al sector eléctrico, piedra de discordia que amenaza con hacer colapsar ese convenio firmado en noviembre de 2009.
Al 31 de diciembre, el Gobierno deberá completar trasferencia a la Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas Estatales (CDEEE) por casi mil millones de dólares, mucho más que los US$300 millones que el FMI y el equipo económico oficial consignaron en el Presupuesto 2011.
A más de que reclama un aumento en la mentada tarifa técnica de electricidad de un 18 por ciento, aunque se dice que ahora se conformaría con un 5%, el FMI presiona para que se busque de donde no hay unos 300 millones de dólares para completar el monto requerido para cubrir el déficit del sector eléctrico.
Se recuerda que en 2010 el Gobierno tuvo que improvisar un paquete fiscal para conseguir un monto similar exigido por el FMI para subsidiar a la CDEEE, pero obviamente esa puerta ahora está cerrada y abrirla causaría una catástrofe financiera, política y social.
Además de ese requerimiento, el Fondo Monetario insiste en que se disponga de un incremento en la factura de electricidad para reducir el desajuste financiero de las empresas distribuidoras, sin permitir que las autoridades dominicanas exploren la posibilidad de reajustar costos por vía de la revisión de contratos nauseabundos con generadores y productores independientes de energía eléctrica.
Para el Gobierno es imperativo identificar dónde conseguir el faltante sin necesidad de financiamiento para completar la transferencia de mil millones de dólares que cubren el déficit operativo de la CDEEE, o de lo contrario no podría cumplir con la meta de reducir el déficit fiscal a 1.6 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB).
Se sabe también que el Gobierno está cerrado a banda en su posición de rechazo a un aumento en el pago del servicio eléctrico, por considerarlo una provocación a la ciudadanía y un suicidio político, por lo que esa comisión técnica del FMI tendría que retornar a Washington sin poder doblegar el pulso a las autoridades.
Visto el enrarecido panorama del sector eléctrico y del posible incumplimiento del tope del déficit fiscal, lucen remotas las posibilidades de que sobreviva el acuerdo con el FMI porque en esta relación tormentosa se cumple el estribillo aquel: Ni contigo ni sin ti tienen mis males remedio/ contigo porque me matas/ sin ti porque me muero.

