La Policía mató ayer a dos hombres, uno en Villa Altagracia acusado de asesinar a otros dos y herir de bala a dos más, mientras que en Santiago en un alegado enfrentamiento con agentes del orden fue abatido el segundo implicado en la muerte a tiros de un hombre de 70 años ocurrida el día 12 de este mes durante un atraco en el Distrito Nacional.
Las víctimas fueron identificadas como Juan Manuel Amparo (Mono Blanco), de 27 años, y Yamir Alexander Abreu Montero, de datos desconocidos, quienes eran perseguidos por tener varias órdenes de arresto.
Amparo era buscado junto al prófugo conocido como “Barba” por los asesinatos de Josué Rodríguez Valdez (Peyao), ocurrida el 18 de septiembre de este año, y de Moisés David de los Santos (El Meño), ocurrido el primero de octubre de 2016.
También se perseguía por herir de bala a Jordani Lorenzo el 13-12-2017 y a Federico Simón Camarena.
Mono Blanco, quien estaba en compañía de Barba, falleció a causa de múltiples heridas de bala al enfrentar a miembros de una patrulla que trató de apresarlo. Tenían una pistola Browning calibre nueve milímetros, con la numeración limada, cuya procedencia se investiga, explica la Policía.
Los agentes le ocuparon 17,600 en efectivo; 61.5 gramos de presunta cocaína, y 220 gramos de crack.
Por otro lado, Abreu Montero fue ultimado en Santiago por agentes policiales que lo perseguían con una orden judicial, por el asalto y muerte a Mariano Vargas Santos, de 70 años, ocurrida el día 12 de este mes en el sector San Miguel, kilómetro 9 de la carretera Sánchez.
Según el parte policial participó en el asalto perpetrado a un colmado donde Vargas Santo compraba dos bombillos de bajo consumo y una cerveza, y Abreu Montero junto a su cómplice despojó a la víctima de una pistola y baleó a Juan Carlos Lorenzo Castro y a Pedro Domingo Alcántara, deliverys del colmado.
Con relación al caso, la Policía detuvo el pasado sábado a Wilmen Antonio Batista (Wilo o El Rubio), quien admitió su participación en los hechos y dijo a las autoridades que Abreu Montero fue quien se apoderó del arma de fuego sustraída a Vargas Santos.