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Política como masoquismo

Política como masoquismo

Chiqui Vicioso

Estaba en El Conde, comprando una blusa, cuando una empleada vino corriendo y dijo: ¡Ya se armó en Pedernales! Y cuando pregunté me dijo que lo peor acababa de comenzar, que dominicanos y haitianos se estaban matando.

Salí corriendo a ver las noticias y lo que vi fue el inmenso despliegue militar en la frontera, y a Ramfis Domínguez, aprovechando una coyuntura que ningún otro político dominicano pensante ha asumido, para orientación del pueblo dominicano. Cuando comience a correr la sangre a borbotones entonces todos se darán golpes de pecho, como se los dan con el aumento del embarazo adolescente, los feminicidios y el desperdicio de vida de la juventud por la droga, que ni se plantean en sus interminables reuniones.

Realmente hay que ser masoquista para querer ejercer la política partidaria, porque todo el mundo arrastra su fardo de egos y le toca al infeliz ser humano, que asumió ser presidente, hacer malabarismos para que todos queden contentos con su pedacito de bizcocho.

He repetido que la oligarquía haitiana es la más criminal de América, y lo es porque su pueblo no le importa y de eso tenemos pruebas a diario con la falta de documentación y la falta de protección de sus ciudadanos en este y otros países; con la extremísima pobreza en que vive la gente de Haití, con el nivel infrahumano en que existe una población que hoy se muere de hambre y sed.

Empero esa oligarquía ha encontrado su mecanismo perfecto de manipulación: todo se debe a los dominicanos y su bienestar, que comienza con tener la vegetación que Haití tuviera si en vez de robarse todo el dinero que reciben de ayuda iniciaran un programa masivo de paneles de luz solar, que resuelve la problemática energética en todo el mundo.

Todos sabemos que Haití tiene una mina de oro que es la mayor de occidente y que para la minería del oro se necesita mucha agua, lo que explica el famoso canal que ahora encubren con un supuesto desarrrollo agrícola. Quien está detrás de ese canal está por verse. Un grupito de testaferros, pequeñitos burgueses detrás de quienes está el gran capital. Cuando comiencen a sacar el oro por Manzanillo sabremos quien mueve los hilos..

Y, aquí. Los sabihondos de la política dominicana, los que no consultan a nadie, los que tienen una angurria de notoriedad, permanecen ajenos a lo que pasa en la nación, dejándole el campo abierto a innombrables como Ramfis Domínguez y los mal llamados nacionalistas, a la ignorancia, a la bestial violencia del machismo desatado.

La política se hace asumiendo luchas cotidianas de la gente, cuyos nichos hay que discutir y asumir colectivamente.
Ya no hay genios, solo tercos irremediables.