El PLD, que tras las múltiples deserciones se ha reducido prácticamente a su esencia, tiene una visión muy clara del panorama electoral.

Aunque su batalla sea para llegar en primera posición, sabe que independientemente del lugar que ocupe conservará su vigorosa estructura política. Como se nota el panorama de llegar en una segunda posición sería un gran logro para ese partido.

Pero en caso de su candidato Abel Martínez quedar relegado a un tercer lugar, como dicen las encuestas, el partido tiene la posibilidad de convertirse en una segunda fuerza legislativa en virtud de la alianza con Fuerza del Pueblo.

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Andrés Navarro, el jefe de campaña del PLD, hablará siempre de ganar y de sus números, pero en el fondo sabe que en la actual etapa es de gran importancia superar en posiciones a Fuerza del Pueblo, su rival en la oposición.

Lo demás vendrá por añadidura, como diría Charlie Mariotti.