El desmentido del embajador de Estados Unidos a la versión de que la justicia de esa nación habría suministrado una lista con nombres de oficiales militares que requeriría en extradición sirve para despegar la espada de Damocles que desde hace tiempo pendía sobre la honra de las Fuerzas Armadas.
Esa aclaración de Raúl Yzaguirre al ministro de las Fuerzas Armadas, almirante Sigfrido Pared Pérez, no despeja por completo la aprensión ciudadana de que miembros de los institutos armados o de la Policía se vinculen con narcotráfico o crímenes conexos, pero sofoca un rumor de naturaleza maligna que situaba a su oficialidad sobre un volcán.
El embajador estadounidense dijo al almirante Pared Pérez que su legación no tiene ninguna lista o relación de oficiales dominicanos supuestamente requeridos en extradición por la justicia de ese país, lo que supone una nota de alivio para las instituciones militares y policiales, cuyos mandos no deberían interpretar ese desmentido como sentencia absolutoria.
Conforme a lo revelado por el ministro de las Fuerzas Armadas, el embajador Aguirre habría dicho que por el momento, el Gobierno de Estados Unidos no tiene otro requerimiento de militares para fines de extradición y que no hay ningún listado con nombres de uniformados en ese estado de situación jurídica.
Se recuerda que en octubre, esa embajada tramitó el pedido de extradición del antiguo jefe de operaciones de la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD), general Francisco Antonio Hidalgo Guerrero, para ser procesado en una corte de Manhattan por narcotráfico internacional, pero se resalta que por el momento ningún otro oficial ha sido requerido.
Tan intenso y expandido fue el rumor sobre el supuesto pedido en extradición de oficiales de alto rango que medios de comunicación llegaron a citar por sus nombres a dos generales del Ejército y uno de la Policía, versión que ha quedado desmentida -o así se supone- con la aclaración que se atribuye al embajador Yzaguirre.
No son pocos los oficiales y policías, clases y alistados que han deshonrado el uniforme, pero en justicia hay que decir que la mayoría de los miembros de las Fuerzas Armadas y del cuerpo del orden nunca han estado vinculados a ese crimen de lesa humanidad, aunque siempre se reclama de los mandos militares y policiales mayor vigilancia y control para prevenir que el narcotráfico permee sus filas.
Con la misma intensidad con que se propagó el rumor sobre supuesto pedido de extradición de oficiales de alta graduación, se debería ahora destacar la aclaración hecha por el enviado de Estados Unidos, quien ha señalado que esa legación por el momento no posee lista alguna. Errar es de humanos.

