Envuelta en la vorágine de una crisis política, institucional y económica, Venezuela se encamina a caer en el precipicio de una gran crisis social de impredecible consecuencia, a menos que Gobierno y oposición recobren sensatez y retornen a la mesa del diálogo.

La Mesa de Unidad Democrática ha convocado a una huelga general de 12 horas, en tanto que el presidente Nicolás Maduro ha advertido que el Ejército intervendría a las empresas que se adhieran al paro, ominosas señales de que la confrontación gana espacio a la concertación.

El papa Francisco pudo lograr el asentimiento del presidente Maduro y de líderes de oposición a la idea de reanudar el diálogo, pero esa posibilidad se debilita ante la renovación de propuestas de juicio político contra el Presidente o convocatoria a un Referéndum Revocatorio.

Impactada severamente por el derrumbe en los precios internacionales del petróleo, Venezuela padece de una aguda crisis económica y financiera, inflación galopante y desabastecimiento de alimentos y otros productos básicos.

Los esfuerzos que se realizan para que Gobierno y oposición reanuden conversaciones parecen desvanecerse, como lo demuestra la huelga convocada y la advertencia del presidente Maduro de que dispondría la confiscación de empresas que paralicen labores.

De lo que se habla en Venezuela es de ruptura del hilo institucional, juicio político contra el mandatario, inhabilitación de la Asamblea Nacional y de otros resabios que conducen al caos y a la anarquía.

El liderazgo de América Latina debería activarse prontamente para junto al Papa ejercer debida influencia ante el Gobierno y la oposición venezolana para que recobren el entendimiento y eviten que perezca la democracia o que colapse la institucionalidad.

Por los fuertes lazos históricos y de hermandad que los atan al pueblo venezolano, los dominicanos expresan profunda preocupación por la áspera crisis que abate a esa nación, al tiempo que formulan votos para que mediante un ejercicio dialogante patriótico de las partes confrontadas, Venezuela recupere paz y la normalidad.