por: César Pichardo
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Recursos humanos
Se vive una época de retos y oportunidades, cambios y variaciones de amplias e intensas inseguridades e incertidumbres. Es una ocasión histórica. El punto es, descubrir e intentar. Se requiere el bienestar y no el malestar. No tenemos, en verdad, mucho que perder, y si, mucho que ganar, el juego no es ganar o perder sino ganar-ganar. Por ejemplo, el caso dominico-haitiano y toda la complejidad que arrastra desde hace tiempo, parece una crisis amorosa, ‘’hoy te quiero, mañana no’’. Pero, ‘’no puedo estar sin ti’’, como el bolero aquel.
¡Bien! Solo entiendo que la supervivencia en la actividad económica precisa de un alto grado de información, gestión, competitividad, excelencia, flexibilidad mental, y, sobre todo, énfasis mayor en la moral, dignidad, principios, condiciones difíciles en nuestro país porque registra una cultura de corrupción.
Casi todo es improvisación o un criterio dogmático autoritario del liderazgo egocéntrico, quienes no conocen los nuevos paradigmas económicos, corren el riesgo de convertirse en victimas de quienes si los entienden. Algunos Gobiernos pueden colapsar en estos tiempos, porque se han vuelto vulnerables al impacto de las políticas económicas y las dificultades de un capitalismo salvaje a gran escala.
Se necesita aplicar sin reservas métodos que permitan valoraciones profesionales más justas a todos los niveles en el capital humano, a través de un proceso inteligente de los recursos humanos, aun sea una asignatura muy compleja y arriesgada pero indiscutiblemente más valiosa.
Urge cultivar cada contacto, cada experiencia, cada relación inter-personal como verdadera perspectiva ante los retos de un mundo real en descomposición… nada más indeseable. Hay que crear una conciencia colectiva de mejor convivencia.

