PRIMERA FILA

Que estudiantes hayan iniciado el año escolar bajo un árbol y sentados en piedras, nada menos que en un sector de la Capital, no es una parodia sobre el sistema educativo. Se trata de una de esas crudas realidades que lo desnudan. En franco contraste con la inversión defendida por el presidente Leonel Fernández en la ceremonia de apertura del año escolar, alrededor de 600 alumnos de la escuela Manuel Aurelio Tavárez Justo, de Brisa del Este,  se presentaron al solar que simboliza el plantel a recibir docencia. Una escuela a la intemperie en plena Capital es para que el Presidente reflexione en torno a una inversión que, de no ser insuficiente,  no ha cumplido su cometido. No se trata, por supuesto, del único caso que refleja el deterioro del sistema educativo. Pero no dejó de llamar la atención que mientras el Presidente defendía sus asporte a la enseñanza, en Brisas del Este estudiantes tuvieran un árbol como plantel y piedras de butacas. El local ha sido prometido en múltiples ocasiones, pero todavía nada.