Justicia y Código Procesal
Desde la promulgación del actual Código Procesal Penal, comenzaron a llover decisiones que favorecieron a imputados de cometer crímenes y delitos graves, y que originó un aumento vertiginoso de la delincuencia, cuyos agentes volvían a delinquir por la facilidad de adquirir su libertad.
Al parecer, hay consenso entre los autores del Poder Judicial para la consecución de una nueva legislación, que ponga fin a la indulgencia de algunos jueces para otorgar la libertad a delincuentes confesos, imponiéndoles como medidas de coerción, una garantía económica e impedimento de salida del país. Es necesario crear un muro de contención que impida que los magistrados sustenten tales medidas.
Alienta y estimula, que el presidente de la Suprema Corte de Justicia, doctor Mariano Germán Mejía, reconoció que la justicia penal vive en sobresaltos permanentes, a causa de copias de legislaciones inadaptadas y conducentes a la libertad de imputados por infracciones graves, que mantienen los armarios llenos de expedientes relativos a delincuentes en rebeldía.
El Ministerio Público, no tiene los mecanismos ni los recursos, para perseguir y sentar en el banquillo de los acusados a los miles de transgresores a la ley, que no obtemperan a los requerimientos de la justicia.
Germán Mejía, preocupado por los últimos escándalos judiciales, propuso la modificación de sistema procesal, a fines de establecer disposiciones en las cuales se armonicen la duración del proceso y la duración de las medidas de coerción privativas de libertad.
El presidente del Tribunal Constitucional, doctor Milton Ray Guevara, tildó la normativa como “el código de los delincuentes”, y urgió al gobierno y a los sectores representativos de la sociedad a aunar esfuerzo para crear una nueva legislación que enfrente a la delincuencia, pues está en peligro la paz y la tranquilidad de la familia dominicana. Un cambio en el contenido del actual código debe prohibir que los fiscales lleguen acuerdos con los delincuentes.