Se define como muy grave el incidente ocurrido en el barrio 27 de Febrero, donde una multitud de haitianos enfrentó a pedradas a una patrulla de la Policía que acudió junto al médico legista a retirar el cadáver de un compatriota de aquellos ultimado por un agente policial.
El Ministerio Público está compelido a investigar las circunstancias en que fue muerto el extranjero, en razón de que afloran versiones contradictorias sobre el suceso, una de las cuales sostiene que el haitiano trató de desarmar al policía, y la otra que el agente intentó despojarlo de cincuenta pesos.
Lo que resulta inadmisible es que una turba de ciudadanos haitianos, o de dominicanos si fuera el caso, ejerza violencia contra las autoridades que acudieron al lugar a levantar el cuerpo del occiso y trasladarlo al Instituto Forense para los fines de practicarle autopsia.
Vecinos del lugar dijeron que el grupo de haitianos impidió por la fuerza que una ambulancia del sistema 911 auxiliara a Yanisel Yan, cuando aún estaba con vida y que cuando expiró tampoco permitía que las autoridades retiraran el cadáver.
El procurador general, Francisco Domínguez Brito, ha definido como inaceptable e inadmisible la reacción de violencia asumida por haitianos residentes en esa barriada de la capital, por lo que los responsables del hecho serían identificados y sometidos a la justicia.
Se insiste en que el Ministerio Publico realice una investigación que incluya a los agentes que actuaron durante el incidente que culminó con la muerte del ciudadano haitiano, que se dice jugaba baraja por apuesta con otros compatriotas, antes de ocurrir la tragedia.
La completa aclaración de ese suceso permitirá a las autoridades arrestar y traducir a la justicia a quienes resulten implicados, tanto en la muerte del haitiano, como en los graves incidentes protagonizados por sus compatriotas.
Sin menoscabo al derecho de esos extranjeros a reclamar sanciones contra los responsables de la muerte de su compatriota, acciones como la perpetrada por ese grupo de haitianos no debe repetirse ni permitirse.