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¿Quién con Abinader?

¿Quién con Abinader?

Danilo Cruz Pichardo

Exceptuando a Estados Unidos y a otras naciones desarrolladas, en la mayoría de los países los presidentes salientes atraviesan por una especie de vía crucis, por las persecuciones políticas o judiciales a que se les somete, con imputaciones que van desde recibo de soborno, tráfico de influencias, malversación de fondos, fraude en compra y contrataciones, nepotismo, falsificación de documentos, abuso de autoridad y violaciones de derechos humanos y libertades públicas.

En nuestra región se registran innumerables ejemplos de dificultades experimentadas por antiguos jefes de Estado, algunos de los cuales han dañado su salud, otros han sido encarcelados y no faltan los que han muerto por patologías cardiovasculares y sicológicas sufridas por cúmulo de tensiones. Sin embargo, es suficiente citar algunos casos de nuestra política doméstica de la historia reciente.

La vida de Joaquín Balaguer corrió peligro los primeros días de 1962, porque la población, con el respaldo de civiles y militares, pedía su cabeza, lo que motivó que a mediados de enero se colocaran dos escaleras (una de cada lado) y el político pasara de su casa a la Nunciatura Apostólica a asilarse, donde finalmente recibió el salvoconducto y viajó a Puerto Rico. En agosto de 1978, al entregar el poder a don Antonio Guzmán, al líder reformista se le acusó en su cara de presidir un gobierno corrupto y por temor al nuevo presidente (que calificaba de ser hombre bruto) se fue a vivir a New York durante tres años.

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Antonio Guzmán Fernández se suicidó el 4 de julio de 1982. Aunque no se conocen causas, es obvio que una de ellas es la soledad del poder y otra es que tenía que entregarle a Jorge Blanco, que había amenazado con castigar los actos de corrupción cometidos durante la gestión anterior. No obstante, cuando Jorge Blanco salió del poder fue esperado por un lago de pirañas para devorarlo. Enemigos terribles.

El pretexto estuvo en una supuesta sobrevaluación en compra de piñas, para que el juez Juan María Severino –carente de formación jurídica– lo condenara a 20 años. También Leonel Fernández tuvo una especie de calvario después de su primer gobierno, cuando la justicia dominicana conoció el caso PEME, sobrevaluación de obras y privatización de empresas del Estado. Empero, se cree que Fernández la pasó mucho peor al ser sustituido por Danilo Medina a partir del año 2012, pues fue quien le trajo a Quirino, hizo público el Contrato con la Barrick Gold y le quitó el partido más todos los poderes y cortes del Estado. Finalmente, lo obligó a salir del PLD.

Las tensiones de Danilo Medina, a partir del 2020, están entre las mayores. A Medina le apresaron sus hermanos, a miembros de su entorno político militar y personal. Los expedientes del Ministerio Público fueron bien sustentados, pero se trató de una acción selectiva. La intención era encarcelar al propio expresidente, pero la presión de Hipólito Mejía impidió el operativo. Mucho especulan en la actualidad sobre la suerte futura de Abinader, el cual tiene una cuenta pendiente. Se dice que el dolor de Medina no está solo en la persecución y la humillación, sino en que Abinader se ha empeñado en destruir su partido, mediante la compra masiva de dirigentes y técnicos de todos los niveles.

Desde la oposición se viene elaborando expedientes de corrupción del gobierno, de inversiones en el exterior y cuentas bancarias. Bajar del poder siempre ha sido un problema. Abinader tiene enemigos en la oposición y en el PRM.