“Pero a una anguila o a una serpiente, a un animal de sangre fría, no se le pude coger con la mano…por mucho que se apriete.” Esa gráfica imagen que describe Stefan Zweig en su estupenda biografía del genio tenebroso, es la referencia ideal para encajar la audacia y frialdad con que se ha manejado el gobierno haitiano contra nuestro país.
En nuestra última entrega “Haití y la guerra comercial” instamos de manera rotunda al sector industrial y al gobierno de expandir nuestros horizontes comerciales a otros mercados de la región, para evitar, justamente, la puesta en escena como bufones que ha hecho Martelly y su gabinete contra nuestro presidente. Inteligentemente –en medio de una contienda electoral- los haitianos están jugando a la guerra y a la defensa, aunque para ello hayan inventado al enemigo (nuestros productos). Y están ganando.
La última canallada que ha causado tanto aspaviento fue el desmentido a nuestro presidente y sus funcionarios, que, llevado bajo el supuesto de un acuerdo sobre la veda comercial accedió reunirse con su homólogo haitiano en Barahona. Éstos dijeron que tal reunión fue solicitada por Martelly, como forma de mostrar que nuestro país, –que no ha tomado ninguna medida unilateral contra Haití- no estaba “arrodillándose” ante el chantaje haitiano. Pues los “frutos” de esa reunión ya han germinado.
Resulta que apenas arriba el Pte. Medina se da cuenta de que no existe ningún acuerdo sobre la veda comercial y, que peor aún, fue Martelly quien impuso condiciones a cumplir por nosotros para siquiera “tratar” el tema de la veda. Reintegrar embajador dominicano y levantar el patriótico paro de nuestros comerciantes en la frontera. Vergonzosamente y de manera sumisa ambas peticiones le fueron concedidas. Pero la veda comercial de Haití a RD se mantiene. Cuanta indignación, impotencia y rabia me cursan por las venas como pólvora liquida esperando la chispa adecuada para estallar.
Pero eso no es todo, después de la reunión el Ministro de Comunicación haitiano declaró que tal agenda fue directamente solicitada por Danilo Medina, contradiciendo –y al mismo tiempo ridiculizando- al portavoz del gobierno dominicano.
Pero increíble y sorpresivamente eso no es lo peor, lo más bochornoso de todo es que el canciller haitiano Lener Renauld declaró en el periódico Le Nouvelliste, lo siguiente: “si el Presidente (Martelly) tuviera la intención de levantar esta medida, no creo que tendría que sentarse con el Presidente dominicano para discutir esta cuestión.” Y yo entonces, casi al punto de bullir, me pregunto ¿Quién carajos esta mintiendo?