La Policía recolectó más de cien casquillos de bala para armas de distintos calibres en el barrio San Martín de Porres (Rabo de Chivo), de San Francisco de Macorís, donde delincuentes rivales escenificaron un tiroteo que convirtió el sector en zona de guerra.
Hay que imaginarse el nivel de angustia, miedo o terror que embarga a los residentes en esa comunidad controlada por la delincuencia.
Aunque no se reportaron heridos, las fachadas de establecimientos comerciales y residencias familiares con impactos de balas. Son frecuentes los enfrentamientos a tiros entre bandas rivales en ese y otros sectores del municipio, la mayoría de las veces en pugna por el control de puntos de drogas.
Lo sucedido en Rabo Chivo ofrece una idea del auge de la criminalidad en los barrios, que se expresa en asaltos, atracos, asesinatos por encargo y otros crímenes.
A partir de la guerrita entre pandilleros en ese sector, las autoridades tienen la encomienda de arreciar los operativos y acciones contra la delincuencia y la criminalidad. Ahora resulta que se escenifican protestas porque la Policía detiene a posibles sospechosos de participar en la balacera. Así no.
