La jefatura de la Policía Nacional está compelida a investigar el incidente protagonizado por una patrulla de esa institución que ingresó sin permiso a la sede del Centro Bonó para indagar sobre la naturaleza de una reunión que realizaba el grupo Poder Ciudadano.
Sin que se sepa por instrucciones de quien, dos coroneles y un sargento interrumpieron el encuentro para indagar sobre el motivo de la convocatoria, tomar fotos, revisar lista de participantes e incautar material impreso, lo que representa una grave violación a derechos ciudadanos que tienen rango constitucional.
Sin ninguna orden de algún juez ni presencia de un fiscal, esos oficiales se arrogaron poder para penetrar al interior de un local privado y atemorizar con su presencia, sus cuestionamientos y sus acciones a quienes allí estaban ejerciendo su derecho a reunirse libremente.
Aunque el relacionador público de la Policía, general Máximo Aybar, informó que los integrantes de esa patrulla fueron arrestados, se requiere de una investigación tan amplia y profunda como sea posible, a los fines de esclarecer cabalmente un incidente penoso que retrotrae a la sociedad a tiempos que se creían superados.
En materia de violación a derechos humanos, como el perpetrado por esos oficiales, al penetrar ilegalmente en un local privado, la epidermis de la población se mantiene muy delicada porque no desea sufrir de nuevo un cruento retroceso político.
Fieles difuntos
Al general Omar Torrijos se le atribuyó decir que un pueblo que no cuida sus cementerios, no representa una colectividad de gente buena, pero a la ciudadanía dominicana no se debe culpar del deterioro y abandono de los camposantos.
Al conmemorarse hoy el Día de los Fieles Difuntos, penoso es admitir que la mayoría de los cementerios públicos están a merced de la delincuencia y el saqueo, porque carecen de debido cuido y vigilancia.
Cientos de deudos acuden hoy a los camposantos a renovar veneración por sus parientes fallecidos, por lo que vivos y muertos merecen que las autoridades garanticen solemnidad y respeto en esos lugares sagrados para que los primeros no sientan pesar porque sus difuntos no logran descansar en paz.