Es hora de relanzar al Gobierno. Da la impresión de que el presidente carga sobre sus hombros a toda la maquinaria estatal. Hay funcionarios demasiado lejanos de lo que constituye una gestión positiva.
No es momento de tener contemplaciones con amigos y seguidores partidistas. El que no esté realizando un buen trabajo debe ser rodado en el cargo, y buscar sangre nueva.
Inclusive, el presidente Luis Abinader puede concertar con fuerzas que hoy se encuentran en la oposición, Hay que presentar la cara de un gobierno de unidad nacional.
Hay áreas del gobierno que no arrancan, funcionarios timoratos, y otro que no dan muestras de saber trabajar en equipo. Los nombres poco importan. Son parte de una maquinaria que debe funcionar con éxitos, y están rezagados.
El presidente debe mantener la línea de cero corrupción, y cuando se detecte a un prevaricador tiene que de inmediato ser traducido a la justicia. A la administración pública se va a trabajar, a servir al país, no buscando soluciones de mejoría personal.
El presidente se lo ha dicho claro a sus seguidores y funcionarios, que no permitirá la impunidad y todo el que la haga, la va a pagar. Bien. Además a enfatizado que hoy hay una justicia independiente.
El presidente tiene que tener a funcionarios responsables, y que estén trabajando 24 horas al día para lograr el éxito de sus dependencias. Los figureros y los vagos no caben en la administración pública y deben ser despedidos.
Un relanzamiento del gobierno no significa que se ha trabajado mal, sino que hay que buscar caras nuevas, que sepan levantar la pancarta de propuestas más dinámicas.
Se debe tener ojo avizor con los funcionarios subalternos y chequear si los humos se le subieron a la cabeza y descuidan sus funciones. Hay que continuar mejorando todo lo relativo a la salud, y muy en especial en el área de la prevención.
No se deben dejar fuera del tintero las obras pequeñas, un acueducto rural, una policlínica, un camino vecinal, una escuela con goteras en el techo. La educación debe ser de las prioridades del gobierno arrancando el nuevo año.
Ya pasó la etapa de la planificación, y entramos en el 2026 en la era de las ejecuciones. Es un año que lejos del fragor electoral, llama al trabajo.
Hay que laboral por el bien del país, y en ese esfuerzo no caben los egos, sino las realizaciones. A rotar funcionarios que no asimilan la prédica del presidente Abinader.
Manuel Hernández Villeta

