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Señal muy preocupante

Señal muy preocupante

Alberto Quezada

El panorama mundial presentado por el Banco Mundial en su más reciente informe del pasado 7 junio proyecta para las economías de América Latina y el Caribe una situación que debe preocupar y ocupar.

Los pronósticos que se plantean en el informe no son nada halagüeño para una región conformada por más de 40 países con una población de habitantes de alrededor de 400 millones.

El más reciente informe “perspectivas económicas mundiales” prevé que el crecimiento mundial descienda del 5,7% en 2021 al 2,9 en 2022, un porcentaje considerablemente menor que el 4,1 % que se anticipó en enero de 2022. Destaca que en América Latina y el Caribe se pronostica que el crecimiento se desacelerará al 2,5?% en 2022 y al 1,9?% en 2023.

Esto significa que la economía mundial para este año proyecta cerrar con un escaso crecimiento y una elevada inflación.

Pero más adelante el presidente del Banco Mundial, David Malpass, afirma que ¨la guerra en Ucrania, los confinamientos en China, los trastornos de la cadena de suministros y el riesgo de estanflación afectan el crecimiento. Para muchos países, será difícil evitar la recesión”,

Examinado este informe es necesario que los tomadores de decisiones y administradores del gobierno de esta media isla caribeña le pongan atención y comiencen a elaborar su plan de acción hasta el 2024.

Además, los encargados de formular las políticas deberán abstenerse de implementar medidas distorsionadoras, como controles de precios, subvenciones y prohibiciones de exportación.

Y en el actual contexto de una mayor inflación, un menor crecimiento, una situación financiera más restrictiva y un limitado espacio para la política fiscal, el gobierno debería redefinir la prioridad de los gastos para orientarlos a brindar apoyo específico a las poblaciones vulnerables.