Entre reinas y reyes
Fuera de las pasiones que desatan los procesos electorales en países caribeños como el nuestro, donde las masas pasan del amor al odio y del odio al amor en tiempo récord, el pueblo dominicano vivió una gran realidad que todos debemos aplaudir delirantemente: nuestras Reinas del Caribe derrocharon talento para el disfrute de un pueblo que vio ondear su bandera tricolor y enviar al mundo el claro mensaje de que por las venas de Bethania de la Cruz, Brenda Castillo, Brayelin Martínez, Lisvel Eve Mejía y Jineiry Martinez, entre otras, circula la sangre de Anacaona y el orgullo de Duarte.

Nuestras compatriotas hicieron un sueño realidad: lograr la autorización en buena lid, y por demás, convincentemente, de participar en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.

La República Dominicana fue el palacio perfecto para un reinado de ensueños. Fuimos gentiles anfitriones y mejores organizadores. Nuestras reinas no estuvieron solas, en todo momento fueron acompañadas de “reyes”, que crearon las condiciones para que un evento tan costoso y exigente se realizara en la patria de nuestro Félix Sánchez. Pienso que los dominicanos debemos tributar un gran reconocimiento y un aplauso ensordecedor a varias figuras que se comportaron como “Reyes del Caribe”.

A José Ramón Peralta, presidente del Comité Organizador, quien sólo atinó a decir cuando se le hizo la solicitud, que las Reinas del Caribe se merecían todo.

Y junto a él, al jefe del Estado, Danilo Medina, quien facilitó lo indispensable para que las quisqueyanas exhibieran orgullosamente su patriotismo.
El ministro de Deportes, Danilo Díaz, desde que ocupó la posición, siempre ha sido un soporte en todo el sentido de
la palabra con nuestras reinas. Esta vez, también estuvo en primera fila, junto al presidente Danilo Medina y José Ramón Peralta.

Lo acontecido en el Clasificatorio de Voleibol fue grandioso, inolvidable, sencillamente: histórico.

Huelga significar, que la historia de todas estas proezas de las Reinas del Caribe están ligadas a otro gran “rey”, Cristóbal Marte. Él tuvo la Fe y el entusiasmo en este proyecto de selecciones nacionales, que hoy da frutos y alecciona en el sentido, de que con trabajo y organizacion, todo es posible.

El dirigente Kwiek y los demás técnicos, así como LuisÍn Mejía, quien viajó desde muy lejos, sólo para apoyar a las reinas, son también parte de ese reinado.

Las palabras de José Ramón Peralta resumen todo: Nuestras Reinas del Caribe se merecen todo.