Siempre con la verdad

Ramón Rodríguez
centrodeidiomaswashington@gmail.com

»Tokio 2021″: Lo impensable

Es regla elemental: Los líderes de alcance ecuménico, ya sea en la política, religión, arte o en el deporte, que es el caso que nos ocupa, no pueden enviar mensajes inexactos. Es decir, los momentos de crisis, de días aciagos, ante el dilema si se cruza el Rubicón o no; es cuando deben demostrar su superioridad y su incuestionable condición de líderes. En el caso de Thomas Bach, presidente del Comité Olímpico Internacional, no sé si por su condición de alemán y los recuerdos de esa mortífera segunda guerra mundial, quizás pudo haberle desarrollado un anticuerpo al dolor social, pero lo cierto es que estuvo desacertado, fuera de la realidad, incongruente, incapaz y con una pobreza argumental que pasará a la historia. Y es por eso, que le »temblaron los labios y nunca pudo responder satisfactoriamente : ¿ Pero por qué Diablos tardó tanto el olimpismo en decidir algo que era tan logico»’?
El liderazgo de Thomas Bach sufrió en carne propia sus desaciertos y es por eso, que algunos periodistas, de esos que están comprometidos con la verdad, le sugirieron que debió presentar su renuncia, con el aviso de posposición, el cual, él había considerado impensable y días antes había solicitado cuatro semanas para decidir. No estaba en sus cabales el alemán. Ahora bien, digamos la verdad: Thomas Bach y el COI no cambiaron la fecha: fueron obligados a hacerlo por los gobiernos de Canadá, Australia, Noruega, Polonia, Reino Unido, Estados Unidos y finalmente, el primer ministro de Japón, Shinzo Abe, quienes sabían que el efecto dominó era indetenible y que no había garantías para acoger a 11 mil atletas, representados en 206 comités olímpicos del mundo y a cientos de miles de espectadores.
No nos engañemos. Thomas Bach y sus 14 miembros llegaron a hablar de Boicot. Hubo enfrentamientos,»forcejeos» y actores, como Sebastian Coe, que nunca ha ocultado sus aspiraciones de dirigir el COI, y aprovechó la torpeza de Bach, para proponer cosas más inteligentes.
Todavía no logro entender como el COI pone como variante para posponer los juegos, la situación de crisis por el Coronavirus que le espera a Africa. Por Dios: ¿No lo sabían? Pero tampoco sabían los miembros del COI, que hay estudios serios que indican que en octubre habrá un nuevo brote del COVID 19.
La incapacidad estuvo a la orden del dia. Pedirle la renuncia a Thomas Bach no es impensable. Tampoco tiene sentido aplaudir y saludar la decisión del aplazamiento de los juegos. Lo sensato, lo valiente: hubiese sido; pedirle que hiciera el anuncio antes de dejarse doblar el pulso y pasar a la historia como un dirigente timorato.