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Siglas partidos no determinan intención voto

Siglas partidos no determinan intención voto

En los últimos 30 años, la sigla de los tres partidos mayoritarios no representa el caudal de votos que muchos dirigentes le atribuyen.
El apetito de las cúpulas y otros dirigentes por apoderarse de la franquicia de una organización, con la esperanza de obtener una buena votación electoral, se ha desvanecido en los últimos procesos.

Las divisiones han provocado que después de un proceso electoral, las votaciones de esas organizaciones se reduzcan en un 50 por ciento.
El sentimiento de la militancia parecería estar de acuerdo a como soplen los vientos hacia el poder. En el año 1990, el líder del PRD, doctor José Francisco Peña Gómez, fue candidato presidencial de esa organización, luego de la salida del licenciado Jacobo Majluta.

De más de un 40 por ciento que obtuvo el PRD con Majluta en los comicios del 1986, el partido blanco bajó a un 24 por ciento, es decir, casi la mitad con su líder histórico como candidato. En el año 1994 después de obtener un 35 por ciento de la votación en las elecciones del 1990, el Partido de la Liberación Dominicana redujo su votación a menos de un 20 por ciento.
En el 90 el PLD ganó 14 senadurías y en el 94 no ganó siquiera una.

El Partido Reformista Social Cristiano (PRSC) obtuvo un 24 por ciento de los votos en las elecciones del 2000 con su líder como candidato. En el certamen cívico del 2004 la votación se redujo drásticamente a un 8%.

El PLD supo asimilar los errores de la derrota y ha ganado las últimas tres elecciones presidenciales y las congresuales y municipales.
En el partido blanco, las apetencias y la falta de visión de sus cúpulas han llevado a esa organización a la oposición interminable.
La lucha entre los sectores que representan el ingeniero Miguel Vargas Maldonado y el ex presidente Hipólito Mejía se centra en obtener la franquicia del PRD, bajo el entendido de que las siglas tienen un peso específico en el elector.

De nada han válido las diligencias y los contactos de amigos comunes de ambos, dirigentes. Se ha impuesto la soberbia, la falta de visión y la lucha de intereses particulares, aseguran los analistas.

UN APUNTE

Situación del PRD es difícil

La situación interna del Partido Revolucionario Dominicano (PRD) luce más difícil resolver por el nivel de confrontación entre sus dirigentes. Eso podría provocar que frente a una división el que obtenga finalmente la franquicia obtenga una pobre votación en las elecciones del 2016.