Cuando abrimos los periódicos, es normal encontrarnos con titulares como éstos: “Ministro Kelvin Cruz inaugura multiuso en SPM con una inversión de 14 millones, es la obra número 32 entregada por la actual administración en diferentes zonas del país’’.

“Estamos trabajando para que los Juegos Centroamericanos y del Caribe Santo Domingo se celebren con todo el éxito esperado, afirmó José Monegro. Sin embargo, algunos dirigentes olímpicos y federados nos tienen acostumbrados a provocar con sus equivocadas acciones, titulares como éste: “Son embargadas las cuentas del Comité Olímpico Dominicano por Ronald Santana, apoderado legal de las federaciones suspendidas de Esgrima, Surf, Tiro de Precisión y Pentatlón Moderno”.

No se necesita una portentosa erudición para arribar a la conclusión de que el deporte dominicano va en direcciones opuestas: el gobierno del presidente Luis Abinader que hace inversiones multimillonarias y Kelvin Cruz, ministro de Deportes, que con mucho entusiasmo cumple las disposiciones del jefe del Estado y un Movimiento Olímpico- Federativo que no encuentra la manera efectiva de ganarse el respeto y la credibilidad del país.

Seamos sinceros, aunque sea una vez en nuestras vidas. Aquí todo el mundo sabe que el movimiento deportivo está “jodio’’ por una lucha de intereses económicos, pues una gran parte de quienes dirigen el deporte olímpico y federado se niegan abrir espacios, duran, insisto: 15, 20, 30 y hasta 40 años en sus posiciones y ningún gobierno ha creado las condiciones para darnos una verdadera Ley de Deportes que detenga esa aberración que fomenta la corrupción.

Tanto Francisco Camacho como Kelvin Cruz, asumieron el Ministerio de Deportes, enarbolando la consigna de la unidad, pero la lucha de intereses, ha sido más fuerte que el llamado a la unidad. Cuando el deporte se hacía de manera honorífica, Wiche García Saleta, Polón Muñoz, José Joaquín Puello, Luis Mejía Oviedo, Nelly Manuel Doñe, Virgilio Travieso Soto, Danilo Aquino, Carlos Lamarche Rey, José Manuel Ramos Brea, Joselín, entre tantos que sólo aportaron, la unidad era automática.

Recientemente, el secretario general del COD, Luis Chanlatte, propuso públicamente su famosa “amnistía” para quitar todas las sanciones en el deporte, pero nadie apoyó la propuesta, pues hay federados que temen quitar las sanciones que han puesto.Cuando Kelvin Cruz termine sus funciones en Miderec para continuar su ascendente carrera política, tendrá muchas satisfacciones, entre ellas, la de haber contribuido plenamente en los Juegos Centroamericanos y del Caribe, pero su mayor satisfacción debe ser, el que diga a los cuatro vientos: “Dejé una Ley de Deportes que detuvo las presidencias vitalicias y el desorden en el movimiento olímpico”.

Por: Ramón Rodríguez
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