En un discurso con motivo del 62 aniversario del Consejo Nacional de la Empresa Privada (Conep), el presidente de ese gremio, Celso Juan Marranzini, llamó la atención en torno a las deficiencias en el sistema educativo y el riesgo que representa la crisis haitiana para la seguridad, economía y estabilidad de República Dominicana.

Marranzini también reflexionó en torno a otros desafíos que confronta la nación, como la eficiencia del gasto público, la informalidad laboral, competencia desleal, la necesidad de fortalecer la gestión municipal y el ordenamiento territorial.

La ocasión, cuando también se conmemoró el Día Nacional de la Empresa Privada, fue más que propicia para que el máximo representante del empresariado nacional advirtiera que los resultados de la inversión del 4 % del Producto Interno Bruto (PIB) en la educación aun no se reflejan de manera favorable.

Su referencia al Informe Pisa, de que más del 70 % de los estudiantes dominicanos no alcanzan niveles mínimos en matemática, lectura y ciencia, ha debido caer como balde de agua helada sobre la conciencia nacional, porque demuestra que gran parte de los recursos dirigidos al sistema educativo se esfuman en retrete de dispendio e incompetencia.

Gobierno, gremio de profesores, empresariado y comunidad académica deberían cerrar filas en torno al planteamiento del presidente del Conep, de que “ha llegado el momento de hacer las cosas distintas e implementar de inmediato un proceso de trasformación profunda en el sistema educativo que garantice evaluación continua y excelencia docente e incorporación de tecnología.

En torno al drama haitiano, el Conep valora como positivo el encuentro que sostendrán esta tarde en el Consejo Económico y Social (CES) el presidente Luis Abinader, los expresidentes Leonel Fernández, Danilo Medina e Hipólito Mejia, junto a representantes de diversos sectores nacionales para abordar temas de migración y seguridad.

Tiene razón el dirigente gremial al afirmar que la capacidad de dialogar y construir consenso constituye un activo invaluable con el que cuenta Republica Dominicana, lo que debería expresarse en la reunión del CES, donde se abordarían temas conflictivos como la regularización de mano de obra haitiana.

Resulta saludable que el empresariado participe abiertamente en discusiones, consultas o debates sobre temas relacionados con la institucionalidad, gobernanza, crecimiento económico y desarrollo social, como ha hecho el presidente del Conep, don Celso Juan Marranzini, al abordar asuntos tan sensitivos como la crisis haitiana y la educación.