Mientras el Gobierno y la oposición midieron fuerza el sábado con estruendosas marchas en Caracas, crecen los reclamos para que el presidente Nicolás Maduro presente las actas de votación que validarían su reelección.
La versión del hackeo del sistema desde Macedonia Norte es vista como un pretexto del Gobierno para ganar tiempo.
En tanto se incrementa la tensión con pulsos callejeros, gobernantes latinoamericanos se afanan en encontrar salida a una crisis de consecuencias impredecibles.
Los presidentes de Brasil, México y Colombia han planteado la difusión de las actas de votación y una cumbre entre los candidatos Nicolás Maduro y Edmundo González, sin la participación de la principal líder opositora María Corina Machado, para evitar un baño de sangre en Venezuela.
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Los presidentes Lula da Silva, Andrés Manuel López Obrador y Gustavo Petro, quienes han cuestionado el suspicaz reconocimiento de Estados Unidos a González Urrutia como ganador de las elecciones, insisten en que la verificación de las actas es la alternativa más propicia para superar la crisis.
Tras las masivas manifestaciones del sábado ha cobrado fuerza el temor de una masacre en Venezuela. El ministro de Defensa, Vladimir Padrino, ha advertido que los militares no vacilarán en intervenir para defender al Gobierno.
En la salida que procuran, Brasil, México y Colombia tendrán que darse prisa para evitar, como se teme, un sangriento desenlace.