Editorial Opinión

Tormenta que atormenta

Tormenta que atormenta

Todavía hoy miércoles se prevé que la tormenta Franklin incida sobre el territorio nacional con su secuela de intensos aguaceros y vientos que elevan el riesgo de inundaciones y deslaves hasta que el fenómeno cruce el territorio nacional y salga al océano Atlántico, lo que estaría previsto para final de la tarde.

La población debe entender que sigue vigente el compromiso de atender y obedecer todas las recomendaciones emanadas del Comité de Operaciones de Emergencia (COE) en el propósito de preservar vidas y evitar que esa tormenta cause más daños.

Franklin tocó tierra hoy con vientos máximos sostenidos de 85 kilómetros por hora y su espectro nuboso envolvió a la isla Hispaniola, con lluvias de moderadas a fuertes y reportes de inundaciones en su camino por el suroeste.
Los efectos de lluvias y vientos causados por esa desordenada tormenta se mantendrán por los próximos días, por lo que seguramente las autoridades mantendrán avisos de desbordamiento de ríos, arroyos y cañadas, así como deslizamientos o derrumbes.

Con el paso de la tormenta Franklin, de nuevo se pone al desnudo el drama de la pobreza y pobreza extrema que agobia a miles de familias de zonas rurales y de entornos urbanos, cuyas viviendas y ajuares quedan siempre a merced de ríos y cañadas desbordados o deslizamientos en montañas o estribaciones.

El Gobierno tiene la obligación de acudir en auxilio de las familias que sufren en carne propia los embastes de ese fenómeno atmosférico, como han sido las pérdidas o daños a hogares y enseres, así como de cultivos o crianzas de animales.

Al reverso de la moneda, puede decirse que las intensas lluvias ayudan a llenar los embalses de 36 presas, un gran almacenaje de agua para consumo humano, riego y generación eléctrica, además de extensos predios que después de la tormenta quedan aptos para la siembra y la producción de insumos pecuarios.

Durante hoy y mañana no debe haber espacio para el descuido, inobservancia o la indiferencia ante el peligro que representa esa tormenta, que como se ha dicho, su estela de turbulencia seguirá incidiendo sobre el territorio nacional, razón por la cual aún se mantienen los avisos de vigilancia de una tormenta que todavía atormenta.

El Nacional

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