Reportajes Salud

Trabajadores de salud contaminan en las calles

Trabajadores de salud contaminan en las calles

Enfermeras caminan por los alrededores del Hospital Santo Socorro, en el ensanche La Fe, en la capital. Jorge González

En los últimos meses, principalmente, trabajadores de la salud han convertido en rutina salir a las calles a desayunar, almorzar o usar un vehículo del transporte público con el mismo atuendo que atienden a los pacientes en los centros de salud.

 Es común ver a enfermeras, médicos y paramédicos caminar en uniforme de trabajo por calles y avenidas cercanas a los centros donde laboran o usando el Metro u otro medios de transporte masivo.

Esta práctica constituye un riesgo para las personas cercanas a estos trabajadores de la salud, debido a la cantidad de bacterias y virus que se adhieren a sus uniformes.

 Pero ese riesgo se incrementa en esta época cuando el coronavirus y varias variantes mantienen a los científicos de rodillas.

Con uniforme médico esperando el Metro.

 ¿Está prohibido usar vestimentas médicas fuera del entorno de los centros médicos en el país? Si la respuesta es no. De inmediato surge la interrogante.

¿Representa algún peligro para la ciudadanía que médicos, enfermeras y otros  trabajadores de la salud estén en  las calles con la ropa que atienden a los  enfermo?

Montarse en el Metro u otro transporte masivo y ver personas que van y vienen de su trabajo, que por su vestimenta se deduce de manera inequívoca que lo hacen en clínicas u hospitales o cualquier institución ligada a la salud, se puede asegurar que podrían introducir gérmenes en su lugar de trabajo.

Pero además y lo que es peor cuando salen después de trabajar en áreas  restringidas o no, solo por ser en lugares donde se esté tratando con enfermedades, virus, bacterias, etc. altamente contaminantes que pueden salir en sus trajes al espacio público, es algo para tomar en cuenta.

Hay que recordar que si el riesgo de transmitir ciertos microorganismos ya es elevado dentro de los mismo centros médicos por el simple contacto con determinados pacientes de distintas enfermedades, estas posibilidades aumentan de manera muy elevada si el profesional se traslada con esa bata fuera del centro de trabajo.

Vestida de médico en la Nicolás de Ovando.

Como siempre ocurre en República Dominicana, donde hay leyes, protocolos y procedimientos para casi todo, pero no cumplirlo se ha vuelto algo tan normal como si no existieran. Aunque cabe destacar que se desconoce al menos hasta ahora si en el país existen controles sobre este tema.

Indagando en la Internet los datos colgados para la realización de este reportaje, se pudo observar que ya muchos países en todo el mundo han tenido que tomar medidas para evitar que el personal médico pueda salir a las calles o a lugares públicos con los uniformes que usan en sus centros de trabajos, aun si saber con exactitud cuál es el riesgo y la magnitud de la contaminación que pueda producirse.

Ahora bien el surgimiento del coronavirus SARS-CoV-2 puso de manifiesto la importancia de la higiene individual y de los efectivos controles sanitarios  para evitar la propagación de enfermedades, pero quizás lo más importante fue la elaboración de un procedimiento estándar para las personas y sus hogares (lavado de manos, uso de gel desinfectantes, utilización de mascarillas, etc.)

Hay que recordar que parte del protocolo ideado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) fue que las ropas y calzados usados en las calles no debían ingresar a los hogares y debían ser puestos al sol para luego ser lavadas en el caso de las vestimentas, y desinfectados los zapatos.

Médicos, enfermeras y personal de apoyo de la salud de clínicas y hospitales visitan establecimientos de comida y usan transporte público con el mismo  uniforme con el que tratan a los enfermos

Imagínese si eso ocurre con vestidos que se usan habitualmente para ir al trabajo, centro de estudios, plazas comerciales u otros lugares públicos y privados para hacer diligencias, que no debería ocurrir con los uniformes que están en contacto con todo tipo de personas, pacientes, doctores, enfermeros, etc. que laboran en centros de salud.

Algunos Estudios

Un estudio colgado en la Web por parte del Instituto Nacional de Ciencias Médicas de México destaca que las mangas de las batas son el  principal vector de contaminación, ya que los doctores van de paciente en paciente, en consulta, pasillos, y zonas de hospitalización.

Si bien es cierto que el estudio no hace referencia al uso de las vestimentas en las calles como quiera se puede deducir que entonces usar la ropa fuera del centro médico puede exponer a las personas con que se tiene contacto fuera del centro hospitalario a infecciones bacterianas de todo tipo.

Otra pregunta que hay que hacer es: ¿Qué ha pasado que en tiempo de pandemia esta inobservancia de parte de los trabajadores de la salud,  no ha llamado la atención de la clase médica  y lo que es más preocupante de las autoridades de Salud Pública?

Aunque antes de la pandemia esta acción no pasó desapercibida en muchos países, aquí sí.

Contamina
Un estudio de hace varios años colgado en Internet de American Journal of Infection Control, hace un llamado de atención de que más de un 60 por ciento de la ropa utilizada por médicos contiene bacterias potencialmente peligrosas.

Jorge González

Periodista, fotógrafo, reportajista y editor fotográfico de El Nacional