La Organización de Naciones Unidas (ONU) inicia mañana su octogésimo período de sesiones, con el previo anuncio de reconocimiento al Estado Palestino por Canadá, Reino Unido, Portugal, Austria, Australia y Francia, así como la participación en ese cónclave vía conferencia de Mahmud Abás presidente de ese territorio.
Esa aceptación de Palestina como Estado soberano y la abrumadora aprobación en una reunión anterior de la ONU para que el presidente Abás pronuncie un discurso ante la Asamblea que se inicia mañana en Nueva York, constituyen un espaldarazo a la cruzada internacional que procura un cese al fuego en Gaza.
El ejército israelí lanzó otra invasión terrestre con el objetivo de tomar la capital de Gaza, para lo cual empleará “una fuerza sin precedentes”, a pesar de que aún permanecen en la ciudad más de medio millón de personas, lo que anticipa una gran matanza.
La Asamblea de la ONU que se prolongara hasta el sábado podría ser el último intento del mundo civilizado para frenar lo que ha sido definido como una intención de exterminio o de genocidio como lo denunció una comisión independiente nombrada por esa institución global.
Estados Unidos negó visado a la delegación palestina que iría a Nueva York para participar en el 80 período de sesiones de la ONU, ante lo cual el organismo aprobó que participaran vía conferencia, lo que permitiría que el presidente Abás presente al mundo la visión de su gobierno respecto al drama que asola a Gaza, matizado por destrucción y gran hambruna.
Canadá, Australia, Reino Unido y Europa intentarán imponer un discurso geopolítico relacionado con la necesidad de que Tel-Aviv frene el intento de desalojar a más de un millón de civiles desde sus tierras en Gaza, y que acepte un alto al fuego y el reinicio de diálogo con autoridades palestinas.
El presidente Luis Abinader tiene programado pronunciar un discurso ante la Asamblea de la ONU, cuyo contenido estaría dirigido a promover una fórmula de paz en Medio Oriente, en línea con lo que seguramente plantearán la mayoría de los jefes de Estado y de gobierno.
Sería de mucha frustración que los presidentes de Estados Unidos, Federación Rusa y China fracasen en aunar esfuerzos junto a Londres, Ontario y la Unión Europea, para detener esa matanza en la Franja de Gaza o para lograr el anhelado cese al fuego entre Rusia y Ucrania. Esta sería quizás la última oportunidad para represar la barbarie.