POR: Ramón Rodríguez
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Nuestra política, carente de rigurosidad científica, no está hecha para seres celestiales. »Es una serpiente venenosa que a veces muerde a su propio dueño», decía Juan Bosch y estaba tan en lo cierto el viejo maestro, que fue nada más y nada menos, que el sacerdote Fernando Arturo de Meriño, quien dispuso el famoso decreto de San Fernando, que condenaba a muerte a cualquier insurrecto durante su gobierno de 1880-1882. Impensable que bajo su mandato se cometieran crímenes tan conmovedores en la sociedad de entonces.
Señalo este aspecto histórico, para aquellos ingenuos que han dado como un hecho, la no repostulación del presidente Danilo Medina, obviando que desde hace muchos años, el presidente pertenece a una élite de poder, que le tocó gobernar ahora, después de haber estado varios años en la oposición dentro de su propio partido y olvidan además, que en la política, los deseos no cuentan, sino, las circunstancias y las realidades.
El presidente de la República como político avezado, sabe que su élite de poder le exigirá, hacer todo lo que esté a su alcance, para que el ex presidente Leonel Fernández y su poderosa élite, no puedan retornar al poder. Así de elemental. No necesitamos altos niveles de acuciosidad, para arribar a la conclusión, de que ninguno de los precandidatos que ha anunciado su firme intención de alcanzar el solio presidencial, podrá derrotar al ex presidente Leonel Fernández, sin la intervención directa del jefe del Estado a favor de uno de ellos, Lo cual, crearía las condiciones para una lucha titánica entre ambas élites, y fácilmente, que ese período, podría pasar a la historia: como la guerra de los sobrecitos.
El presidente de la República sabe, que a pesar del mal momento que pasa el ex presidente Leonel Fernández, éste tiene una impronta de gobierno, con luces y sombras, que lo mantendrá como punto de referencia del electorado. Sin embargo, ninguno de los nuevos aspirantes, es garantía plena de que el PLD pueda retener el poder, a pesar de la dispersión de la oposición.
La repostulación es un asunto de tiempo y espacio. Mientras tanto, Miguel Vargas será el candidato por el PRD y asumirá grandes acuerdos unitarios, tomando en cuenta que en el país no hay cultura política de votar por frente, convergencia o como quieran llamarle. El candidato del PRSC, lo decidirá el presidente Danilo Medina y se puede dar como un hecho, que no será Amable Aristy Castro.
Hay que prepararse pues, para asistir a un 2016 complicado.

