Abogados de la Federación Nacional de Transporte La Nueva Opción (Fenatrano) solicitaron al Tribunal Superior Administrativo (TSA) prohibir a los medios de comunicación referirse al recurso de amparo incoado por el Consejo Nacional de la Empresa Privada (Conep) contra el oligopolio en el transporte de pasajeros y carga.
Ese gremio que ejerce monopolio en el usufructo de rutas de autobuses urbana e interurbana, reclama que los jueces amordacen a la prensa para que no pueda informar sobre las incidencias en esa litis judicial ni tampoco mencionar el caos que prevalece en el sector transporte.
Esa gente no solo se cree dueño de las calles, avenidas, autopistas, de las rutas de pasajeros, del acarreo de las cargas y de la vida de todos los mortales, sino también que intentan amordazar a la prensa con un reclamo incidental avieso, abusivo y repugnante.
Al abogado de Fenatrano se la atribuye exigir al tribunal “la entrega inmediata de toda propaganda informativa referida a la situación de vulneración de las libertades de empresa, contratación, competencia y tránsito”, bajo el alegato de que “dirigen a la ciudadanía hacia una causa que no es justa”.
Los dueños de ese conglomerado empresarial que se mercadea como sindicato ignoran que la libertad de prensa y el derecho a expresarse libremente, sin censura previa, así como el libre acceso a las fuentes noticiosas, son prerrogativas ciudadanas con rango constitucional.
Olvidan también que la prensa ni los periodistas aceptan chantaje, extorsión o coerción de cárteles que operan formas de oligopolio o de monopolio, ni de nadie, por lo que se mantendrá la cobertura noticiosa del referido juicio y también sobre las tropelías de los mentados dueños del país.
El sistema de transporte es un servicio de orden público que debe ser regido por el Estado, basado en el interés de los ciudadanos, por lo que nadie debe arrogarse derecho a apropiarse por la fuerza de las rutas urbana o interurbana ni a imponer monopolio u oligopolio en el acarreo de cargas.
Fenatrano debería saber que la prensa dominicana ha abonado con sangre de periodistas y trabajadores la irrenunciable defensa a la libertad de expresión y difusión del pensamiento, por lo que se rechaza de manera categórica el burdo atrevimiento de pretender imponer mordaza para preservar irritantes privilegios.