Hay quienes aseguran que la aprobación de Alianza País por la Junta Central Electoral, dejando al resto de los partidos que buscaban reconocimiento, fue una decisión política del Partido de la Liberación Dominicana para dividir el voto de las fuerzas democráticas y progresistas.
De acuerdo con esa valoración, los estrategas del PLD estaban convencidos de que Guillermo Moreno, el principal dirigente de Alianza País, mantendría una posición cerrada que impediría la unidad con el Partido Revolucionario Moderno y las demás organizaciones políticas que forman la Convergencia, aun cuando sus diferencias programáticas, incluso ideológicas, no son antagónicas.
Las últimas declaraciones de distinguido jurista sobre “la mesa del diálogo” le dan la razón a los que hablan de los motivos estratégicos del gobierno para reconocer sólo a Alianza País dejando fuera, entre otros, al Movimiento Rebelde de Juan Hubieres a pesar de cumplir con la mayoría de los requisitos que la ley ordena.
En un trabajo anterior hablé sobre la necesidad de un amplio frente opositor, “un polo, no dos, ni tres” para enfrentar con éxito al hombre del tiburón podrido y los principios echados en el zafacón de la miseria humana, que utiliza todos los recursos del Estado para perpetuarse en el poder convirtiéndose así en el “Trujillo del Siglo 21” al que parece temerle el ex presidente Leonel Fernández.
Rechazar la unidad, impedirla, es hacerle el juego al gobierno, facilitar la reelección, dividir, fraccionar el voto popular, es, en última instancia, un pesado fardo histórico con el que no deben cargar Guillermo Moreno, Minou Tavárez y los demás dirigentes de oposición.
Sería imperdonable no sacar del gobierno a Danilo Medina y al PLD porque participaron divididos la Convergencia por un mejor país, Alianza País y Minou Tavarez Mirabal por la Alianza por la Democracia y Opción Democrática.
En el almuerzo del Grupo Corripio del miércoles, la diputada Tavarez Mirabal dijo que es necesario enfrentar los deseos de perpetuarse en el poder del PLD, lo cual, ella lo sabe, solo es posible a través de un gran frente opositor.
Hablemos claro: Moreno no tiene posibilidad de ganar; Minou, menos. El único que puede hacerlo es Luís Abinader. Lo dicen las encuestas. Y dudo que pueda lograrlo sin el concurso de las demás organizaciones políticas progresistas.
El PRM, con Luis a la cabeza, incluso Hipólito Mejía, Andrés Bautista, Chú Vásquez, entre otros, no se opone a una unidad como la que exigen ambos. Al contrario, los técnicos de ese partido elaboraron un programa de gobierno que bien puede servir de base para “la mesa del dialogo”, la discusión y el consenso.