Opinión

Un país: dos caminos

Un país: dos caminos

Como en un ring de boxeo: ¡En esta esquina, Danilo Medina! ¡Y en la otra esquina, Luís Abinader!

Unos a favor, otros en contra. Unos aplauden, otros abuchean. Se escucha la algarabía de los fanáticos. Las apuestas favorecen -como siempre- al más poderoso, al que tiene el mejor récord y mayor experiencia en el cuadrilátero aunque sea dando cabezazos y golpes bajos comprando a los jueces y al réferi.

Pero, en el deporte, como en las demás actividades de la vida, incluyendo la política, no siempre se impone el favorito de los grandes y los medios que manipulan los sentimientos de la gente. La historia así lo dice reiteradamente.

El primer camino lo representa Danilo Medina, apoyado por un partido envilecido, sin ideología, sin principios, sin ética ni moral, interesado solo en acumular fortuna protegido por la impunidad que emana de un sistema judicial igualmente putrefacto que jamás enviará a la cárcel a los depredadores del Estado.

Es el camino de los pactos y acuerdos de asociaciones aglutinadas en los que fueron los tres partidos mayoritarios, a saber, Partido de la Liberación Dominicana, Reformista Social Cristiano y Revolucionario Dominicano. (PLD, PRD Y PRSC. Las siglas malditas de la corrupción y la impunidad). Esas tres fuerzas han convertido en Estado en un botín, en una piñata, sin importarles la pobreza y la miseria del pueblo.

El de Danilo es el peor de los caminos. Es el camino de los pactos y los acuerdos para garantizar corrupción e impunidad. Repostularlo sería un error garrafal, atentatorio contra la libertad y la democracia que tantos esfuerzos ha costado.

El segundo camino lo encabeza el joven candidato del Partido Revolucionario Moderno, surgido apenas hace meses, de las entrañas del PRD, luego de la traición y venta descarada de los principios y valores que le dieron razón de existir. Es el camino de la ética y la moral, de la decencia y la honestidad, de la libertad, la justicia y la democracia, la equidad, el progreso y el desarrollo. Es el mejor de los caminos.

Para llegar a la meta, el PRM tiene que romper con los esquemas del pasado; abrir las ventanas, como diría el líder Peña Gómez, para que entren todos aquellos que sienten amor por su país y por la gente.

Es preciso, para triunfar, la unidad con otros partidos y otras fuerzas, reconocidas o no por la nefasta Junta Central Electoral. Elaborar una boleta unitaria en todo el territorio nacional donde estén los integrantes de Alianza País, País para todos, Frente Amplio, etc., etc., etc.

Pero no bastará con incluir a Fulano o Mengano como candidato a Senador, Alcalde, Diputado, Regidor o vicepresidente de la República. No. Lo importante es el compromiso a través de un programa de gobierno que incluya, por ejemplo, una Constituyente que modifique el sistema electoral, la justicia, el Congreso.importa

El Nacional

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