Articulistas

Una utopía

Una utopía

Hubiese sido idóneo que, en República Dominicana, se legislase para que cada aspirante a la Presidencia de la República fuera cedaceado o sometido a un examen con el que se compruebe que tiene las herramientas necesarias para tal aspiración.

Aunque de antemano sabemos que eso es una utopía, hubiésemos sido afortunados si en un escrutinio conformado por juristas, expertos en la conducta, ciencias políticas y demás científicos sociales;  comprobasen que cualquier candidato tiene las actitudes y aptitudes pertinentes. 

De esta manera, del candidato resultar ganancioso al solio presidencial, aunque no se le exija ser exactamente un polímata, por lo menos evitaríamos barrabasadas en leyes y otras normativas que conturben al pueblo dominicano. Que sea abrumado, en lo político, por un futuro incierto

Y todo esto, porque no es lo mismo un “político profesional”, que otro profesional ducho en las políticas públicas.

Evidentemente, aquí se registra una antinomia o una contradicción que es coadyuvada por intereses, y la poca conciencia ciudadana de la mayoría de votantes.

 Con el planteamiento antes expuesto, que admitimos es un sueño tanto en nuestro país como en otros, no valdría de nada el simple y ciego fanatismo de una buena parte de los dominicanos.

De alguna forma, esta prueba estaría supeditando pasiones políticas y politiquerías, y de paso, aplacaría el actual estadio liderado por una etapa de retóricas donde abunda el espectáculo, aparejado con la mentira embaucadora.