Lo que en realidad estará en juego de cara a las elecciones municipales, congresionales y presidenciales del tercer domingo de febrero y el tercer domingo de mayo de 2024, es la democracia dominicana, cuya vigencia nos debe preocupar a todos y todas, ya que implica la garantía de contar con un poder elegido soberanamente por la ciudadanía.
El llamado que formulo hoy consiste en hacer conciencia en que no debemos, los ciudadanos interesados en la vigencia de la democracia por encima de las pasiones personales o políticas, es que olvidemos la comodidad de seguir viendo las elecciones como espectáculo mediático: votar temprano, tomarnos el día libre viendo televisión o jugando dominó y a partir de las siete de la noche concebir las elecciones como espectáculo esperando los boletines parciales. No. Debemos participar.
Por eso, más que una campaña de publicidad (bastante bien lograda), el llamado de la JCE a unirnos a los colegios electorales, adquiere una importancia social y política que hay que tomar en cuenta. Esa campaña debe ser correspondida con la aceptación de su reto por parte de personas con conciencia ciudadana.
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Hace falta ubicar y capacitar a las 85 mil personas que integrarán los colegios electorales, equipos de cinco personas (un presidente, un vicepresidente, una secretaria y dos vocales) – que pueden ser hombre o mujer- y que preferiblemente servirán en las comunidades de las cuales son votantes.
La JCE tiene en sus registros, más de 200 mil personas que en algún momento han sido parte de colegios electorales, pero la selección de quienes han de actuar como tales en 2024, será producto de cumplir con determinadas condiciones.
Que quienes tengan interés en ser parte de los colegios electorales, lo soliciten mediante el llenado de un formulario que está en la página web https://jce.gob.do/ (en la etiqueta Únete).
Luego de ese paso, la JCE llamará a los solicitantes para un curso-taller de cuatro horas de duración para capacitarlos para sus funciones. Esos pasos son: recoger el material electoral, instalar el colegio electoral y desarrollar el proceso del sufragio.
Luego de recibir el curso taller, se les administra un examen puntuable, del cual se seleccionarán a quienes hayan sacado más de 70 puntos.
Luego de seleccionados los ciudadanos que pasaran la prueba, deben hacer otro taller para capacitarlos en los dos procesos finales: el conteo de los sufragios, el llenado electrónico de los votos y su transmisión a la Junta Central Electoral o sus oficinas municipales inmediatas.
Ser parte de los colegios electorales, es hacer patria. Es garantizar la democracia. Es asegurarnos que las autoridades a ser elegidas, sean legítimas.
Y ojalá, resulten efectivas en el ejercicio del pode