Ciudad del Vaticano.– El secretario de Estado vaticano, Pietro Parolin, confió este jueves en que el plan de paz elaborado por el Gobierno estadounidense de Donald Trump para Ucrania abra una negociación y pidió que Europa no quede excluida.
El cardenal expresó su deseo de que «se abran vías que permitan el final de esta tragedia», respondiendo a la prensa al salir de una misa en la basílica romana de Santa Andrea della Valle en recuerdo del ‘holomodor’, la hambruna de 1932 en la Ucrania soviética.
«Será muy difícil encontrar un punto medio entre las exigencias de una parte y las peticiones de la otra.
Por eso, el camino para una negociación imagino que será cuesta arriba», sostuvo, según recoge el portal oficial Vatican News.
Reticencias de Kiev
Sus palabras se producen tras la elaboración de un nuevo plan de paz delineado entre la Casa Blanca y Rusia sin contar con Kiev.
Este plan ha sido recibido este jueves con serias reticencias por el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski.
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Papel de Europa en el proceso
En este sentido, el secretario de Estado vaticano consideró que Europa «debería participar, hacer escuchar su voz y no permanecer excluida» en un eventual proceso de negociación.
Según las informaciones que han trascendido del documento acordado entre los emisarios de la Casa Blanca y el Kremlin, Steve Witkoff y Kiril Dmitriev, este nuevo plan de paz prevé que Ucrania se retire del territorio que aún controla en su región de Donetsk.
El documento también plantea que Ucrania reduzca tras la guerra el número de soldados y sus capacidades defensivas, al considerar Rusia que el Ejército ucraniano actual supondría una amenaza inaceptable para su seguridad.
Antecedentes
El conflicto entre Ucrania y Rusia ha generado múltiples intentos de mediación internacional desde su inicio, con especial atención de actores como Estados Unidos, Europa y el Vaticano.
En este contexto, recientemente se conoció un nuevo plan de paz impulsado por el Gobierno estadounidense de Donald Trump, elaborado en coordinación con Rusia pero sin la participación de Kiev.
El Vaticano, representado por el secretario de Estado Pietro Parolin, ha mostrado preocupación por la continuidad de la guerra y ha manifestado su deseo de que se abran vías de negociación que puedan conducir al fin de la tragedia.
Asimismo, ha advertido sobre la dificultad de alcanzar un punto medio entre las demandas de ambas partes enfrentadas.
Este nuevo plan ha generado reticencias por parte del presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ya que contempla que Ucrania se retire de territorios que aún controla en la región de Donetsk y reduzca sus capacidades militares tras la guerra. Rusia considera que el actual Ejército ucraniano representa una amenaza para su seguridad.
Parolin también ha subrayado que Europa no debería quedar excluida del proceso y debería hacer oír su voz en cualquier negociación futura.

