Editorial Opinión

Vitaminas y esteroides

Vitaminas y esteroides

Las vitaminas suplen deficiencias en el cuerpo humano, pero al leer las recetas adjuntas, siempre se advierte sobre daños colaterales que pueden causar, especialmente por su consumo en exceso. Lo mismo ocurre en la economía cuando los gobiernos suministran suplementos vitamínicos en demasía.

Se trata de un útil parangón para poder advertir que un desproporcionado endeudamiento público, uso intensivo de la figura de la alianza público-privada o colocar un catéter de zonas francas en la vena aorta del crecimiento económico, no garantizan desarrollo económico ni equidad social.

No es buena señal la aprobación en una sola jornada de la Cámara de Diputados de empréstitos por más de 600 millones de dólares, aun con el argumento de que se contrataron con organismos multilaterales, porque, aunque el desarrollo requiere de financiamiento, eso es un exceso.

El endeudamiento no es malo ni bueno, por lo que al abordar políticas relacionadas con la deuda pública, debería cobijarse el Gobierno hasta donde la sabana alcance, o explorar otras vías que no comprometan frontalmente a futuras generaciones, como el camino a la fiscalidad.

La figura de alianza público-privada, a través de la cual el gobierno concerta múltiples contratos con inversionistas privados nacionales y extranjeros para impulsar sectores básicos de la economía, en muchos casos se ofrece la impresión de que se canjean bienes públicos por espejitos o botones.

No se niega la necesidad de atraer inversiones hacia áreas estratégicas del desarrollo, como el puerto multimodal Manzanillo, tres plantas de generación eléctrica, una gasificadora de gas natural y una autopista, así como un polo turístico en Pedernales, pero sería conveniente leer letras pequeñas del recetario.

Las zonas francas impulsan la generación de empleos, dinamismo en el comercio y la industria local, así como transferencia de habilidades laborales, pero no se debe exagerar la nota con la idea de que ese sector reemplace el modelo económico fijado por la Estrategia Nacional de Desarrollo.

El pleno desarrollo social requiere impulsar la agropecuaria, la agroindustria, industria liviana, industria pesada para arribar a la cuarta revolución industrial-tecnológica, junto con el crecimiento del turismo, telecomunicaciones y remesas, como ocurrió en Taiwán y Corea del Sur, sin exceso de vitaminas ni esteroides.

El Nacional

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