SAN LUIS – Quizás por uno o dos segundos más — el tiempo suficiente para sentir que el peso se le caía de los hombros — Vladimir Guerrero, Jr. se paró en el plato en el Busch Stadium el martes, viendo un jonrón de 438 pies que se disparaba a través de la noche de San Luis y aterrizar varias filas detrás del bullpen de los Azulejos en el jardín izquierdo.

El dirigente Charlie Montoyo repitió con convicción antes de los dos partidos de esta serie que la ofensiva de Toronto llegaría como se esperaba. Con los Azulejos ya grandes en ese momento, la explosión de Vladdy fue una exclamación de que tenía razón y un golpe de nocaut cuando los Azulejos lograron una victoria de 8-1.

“Antes de hacer eso, estaba hablando en el banquillo de que por primera vez se siente encerrado, como si pudiera ver bien la pelota”, dijo Montoyo. “No digo que sea por eso que conectó ese que conectó, pero fue bueno escuchar eso”.

“Si les digo que no lo disfruté, les estaría mintiendo”, dijo Guerrero a través del traductor al español del equipo, Héctor Lebrón. “Cuando conectas un jonrón, lo vas a disfrutar. Pero también, me siento muy bien de que estoy llegando allí ahora. Mi contacto está ahí, así que me siento bien”.