Opinión

Whitman- Pedro Mir

Whitman- Pedro Mir

Feliz, arribe a la Universidad de New York donde, ¡por fin!, se realizaría un seminario sobre la poesía de don Pedro Mir. Allá escuche al delegado del país decir que era poeta, que había publicado siete libros, pero “nadie me lee”; y después, leer un listado de 60 poetas “importantes” dominicanos donde, insólitamente, dejo fuera a don Pedro Mir. Cuando me acerqué a preguntarle me dijo escuetamente que a él “no le gustaba” la poesía de don Pedro.

Años después, cuando vi sus fotos en Machu Pichu con los brazos abiertos y diciendo: “Con Mir en el corazón”, lo único que le pregunte fue ¿Cómo te atreves?
Otro poe/trasto, de los que nos gastamos por docenas, se atrevió a escribir un artículo burlándose de Whitman, poeta nacional de 200 millones de norteamericanos, y voz fundamental de la poesía del mundo.

Poeta que contenía multitudes, demócrata, antiesclavista, cultor del verso libre y del lenguaje sencillo, creador de una nueva mitología para la joven nación estadounidense, amante de la naturaleza, periodista, humanista, cuya poesía transitaentre el trascendentalismo y el realismo, cuyas frases:

1.-“La palabra debe ser genuina y no esconderse detrás de términos complicados, o estructuras complejas”.
2.-Y: “El arte del arte, la gloria de la expresión y la luz del sol de las letras es la simplicidad”, hace tiempo que adopte como filosofía, al igual que Camila, Lorca, Carlos Williams Carlos, y Allen Ginsberg.

Por eso don Pedro Mir se considera como el Whitman del Caribe y este 2019, en el bicentenario de Walt Whitman, la traducción de su Contracanto a Whitman, acaba de ser seleccionada para el Premio Nacional de Traducción en Poesía de la Asociación Norteamericana de Traductores Literarios, que se acaba de reunir en Paris.

El libro, de Jonathan Cohen, (previa constatación de la autorización firmada por don Pedro Mir), es una traducción del poema publicada por Peepal Press, y de ser elegido pasara a conformar el listado de poemarios que se utilizara en todas las universidades y escuelas del mundo, dando a conocer al poeta nacional de nuestro país que aun hoy es víctima de la insignificancia poética de tanto prepotente poe/trasto cuyos libros no leen ni sus familiares.

Curioso que esos mismos que le menosprecian hayan borrado la maravillosa dedicatoria que me regalo Don Pedro cuando escribió su himno a la poeta Julia de Burgos, cuyo Julia sin lágrimas, se publicó en España y Puerto Rico, sin la dedicatoria, porque no solo se ha intentado minimizarlo, sino también borrar del mapa poético a quienes continuamos su legado.
Empero, “la hojita más pequeña de hierba nos enseña” el poder de la palabra sobre lo efímero, “su proclamación de vida”.

El Nacional

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