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…y dale con la Policía

…y dale con la Policía

José Antonio Torres

El estudio dado a conocer por la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid) acerca del riesgo de delincuencia y violencia en los jóvenes de los 18 barrios más vulnerables de la capital reveló una desconfianza generalizada de los residentes en esos sectores hacia la Policía Nacional.

La investigación en referencia fue realizada por el Instituto Dominicano de Desarrollo Integral y resalta que la actuación de los agentes en los barrios influye de manera negativa e incita al delito.

Según la mayoría de los entrevistados, en los barrios se percibe que los policías protegen delincuentes a cambio de dinero y que realizan arrestos injustificados para demostrar actividades y al mismo tiempo obtener beneficios monetarios.

La desconfianza de la gente hacia los agentes es tal, que algunos afirmaron que sentían más temor en la Policía por sus conductas extorsivas, que hacía algunos de los delincuentes.

Usaid dice que para el estudio se entrevistaron 581 personas, 171 jóvenes entre los 14 y 29 años, 180 progenitores de jóvenes, 80 jóvenes que habían sido detenidos y 51 líderes comunitarios.

Desde hace décadas los psicólogos han demostrado que el castigo físico en los hijos para corregir inconducta es errado. Esto mismo se puede traducir en la política de enfrentar la delincuencia.

Esa es una de las razones por la que siempre hemos rechazado como método policial la política de “mano dura” ya que resulta ineficaz tratar de “reeducar” o castigar con violencia a un joven que ha violado la ley es señalarle que la violencia es un camino válido.

Desde nuestro punto de vista, el Gobierno sigue sin tener un plan real para enfrentar la delincuencia, ya que llevan casi dos años improvisando con modelos importados ajenos a la realidad que se vive en los barrios marginados del país.

La Policía dominicana no tiene formación, los destacamentos parecen letrinas, no hay sistema de comunicación eficiente, los vehículos son chatarras, y los agentes cobran peajes a microtraficantes, asaltantes y ladrones. Esa es la realidad en nuestros barrios.