La principal procuradora adjunta del Ministerio Público, Yeni Berenice Reynoso, prefirió hoy no dar detalles de los planes que ejecutará como directora general de Persecución de la Corrupción.
“Por ahora no puedo decir nada”, se limitó esta mañana a responder la magistrada Reynoso, al ser preguntada por El Nacional sobre los planes y políticas que en materia de persecución de la corrupción implementará.
La escogencia de Reynoso ha concitado el apoyo de amplios sectores de la sociedad, ya que como fiscal del Distrito Nacional desempeñó una labor de combate a la corrupción y a los demás delitos, siempre al lado de la víctima.
Asimismo se desempeñó como Procuradora de Corte, apegada al debido proceso y demandando justicia como representante de la sociedad.
La procuradora general, Miriam Germán Brito, designó ayer a Reynoso directora general de Persecución y el Consejo Superior del Ministerio Público escogió al procurador adjunto Wilson Camacho como director de la Procuraduría Especializada de Persecución de la Corrupción Administrativa (Pepca).
El Consejo aceptó la puesta a disposición del cargo de la magistrada Laura Guerrero Pelletier y colocó a Camacho en la Pepca en forma interina.
La procuradora Germán Brito decidió trasladar la sede de la unidad anticorrupción a la cuarta planta del edificio que aloja a la Procuraduría General de la República. La dependencia, que operaba con seis fiscales, ahora tendrá 25 a su disposición.
Además, será fortalecida con la contratación de expertos en diversas áreas, como de la contabilidad, la tecnología y finanzas, con el objetivo de reforzar las investigaciones y procesamiento de la criminalidad organizada, en especial de delitos como la corrupción y el lavado de activos.
La Dirección de Persecución recibirá el reforzamiento de 15 fiscales.
