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Zona roja

Zona roja

Elvis Valoy

Cada cosa en su lugar y un lugar para cada cosa. Pero en nuestro país es todo lo contrario. Aquí la sociedad es un desorden mayúsculo inmanejable, absurdo y peligroso. La ciudad de Santo Domingo es una distopía.

Los espacios urbanos son amasijos anárquicos inverosímiles, vejatorios y alienantes que golpean a la ciudadanía.

Nunca ha habido planificación, y las zonas urbanas sobrepasaron a las rurales en una especie de madeja infinita en donde los seres humanos sobreviven en un pandemonio sin servicios vitales, generadores en la mayoría de los casos de violencia.

La medida de Interior y Policía prohibiendo en la provincia Santo Domingo el expendio de bebidas alcohólicas de 12 de la noche hasta las 8 de la mañana, como mecanismo para mantener la seguridad, trae a la palestra el proyecto de la creación de una amplia área de tolerancia, en donde se permitan las conductas licenciosas sin cortapisas: una especie de Sin City, o ciudad del pecado, todo eso con vigilancia de las autoridades de salud pública y la policía. La industria de la diversión en un solo sitio.

Drink, colmadón, discoteca, lupanar, casas de citas, casas de maipiolería, lugares de stripper, centro de prostitución a gran escala, etc., deben ubicarse en esa zona roja que sería toda una espaciosa superficie para esos fines.

Igualmente, se permitiría la prostitución internacional bajo amparo de un contrato supervisado por el ministerio de Trabajo. Salud Pública se mantendría 24/7 llevando a cabo jornadas de vacunación en contra del Papiloma Humano, la hepatitis B y orientando sobre el uso del condón.

El Estado Dominicano debe ya iniciar la organización del descomunal desorden en que vivimos; con una zona roja se deslindaría lo familiar, lo empresarial, lo industrial, lo escolar, etc., y se pondría fin a esta injustificable algazara.