El ministro de Justicia de España, Rafael Catalá, abogó ayer porque los países iberoamericanos den respuesta al derecho fundamental de acceso a la justicia para los desposeídos, y la necesidad de fortalecer las líneas de lucha contra el crimen organizado, la corrupción y la violencia de género.
Catalá urgió de una reforma en el sistema penitenciario para hacerlo más humano con el objetivo de reinserción de los penados y aplicar las nuevas tecnologías a la administración de justicia para que sea más ágil, eficaz y cumpla con su labor de castigar al culpable y de contribuir a reparar el daño causado sin demoras.
Catalá destacó la importancia de la cooperación internacional para hacer efectiva la justicia y combatir la impunidad en un mundo globalizado, en el que las fronteras judiciales ya no pueden coincidir con las fronteras de los estados.
Al participar ayer en como orador en XIX Reunión Plenaria de Ministros de Justicia de Países Iberoamericanos(COMJIB) que concluye hoy en el país y donde han participado 21 países el funcionario español consideró que debe haber una armonía de los países miembros de ese organismo para perseguir el crimen organizado, la corrupción y la violencia de género y otras infracciones penales.
Derecho sin frontera
“Yo creo que estaremos todos de acuerdo en que las fronteras de la justicia no pueden coincidir con las fronteras de cada uno de nuestros estados”, precisó.
Entiende que para analizar la aplicación de las nuevas tecnologías en la administración de justicia, constituye “para todos nosotros un elemento de nuestra agenda institucional para cada uno de nuestros países”.
“Además de esa agenda individual y propia de la legitimidad de cada gobierno, también estas líneas, constituyen un marco de referencia que nos permitan armonizar nuestras políticas públicas, porque no podemos olvidar que de la cooperación jurídica internacional en el campo judicial encontraremos elementos para ser más eficaz y más fortalecida nuestra justicia y salvar también los campos de impunidad que en un mundo global, como el actual pueda existir”, precisó Catalá.
Cree que el COMJIB no puede ser un organismo más, sino un eferente para toda Iberoamerica, que aporte conocimiento y que coordine reformas y las ponga en práctica en aras de conformar un auténtico espacio de libertad, seguridad y justicia en el contexto de pleno respeto a los derechos de las personas iberoamericanas”.
Reconoce labor
Definió como magnífico el trabajo desarrollado por por dicho organismo a través del Programa Iberoamericano de Acceso a la Justicia “gracias a ese esfuerzo en esta plenaria vamos a lograr consensuar un nuevo documento que se convertirá en un documento de referencia internacional como va a ser el protocolo regional para la víctima de violencia de género
El ministro de Justicia animó a la COMJIB para que se convierta en un marco de referencia para armonizar las políticas públicas en esos ámbitos.
La evolución de las sociedades, ha dicho Catalá, debe ir acompañada de un proceso de cambio en la COMJIB, de ahí que el ministro de Justicia apueste por dotar a la organización de un nuevo reglamento que defina mejor sus funciones y objetivos, aumente su sostenibilidad y autosuficiencia financiera y le permita servir mejor a los retos para los que fue creada en la última década del siglo XX.
Disposición
Rafael Catalá se puso a la disposición de la COMJIB para seguir trabajando en la promoción y coordinación de las políticas públicas del sector justicia en el ámbito iberoamericano y conformar así un espacio común de libertad y seguridad.
Destacó el trabajo de la COMJIB en el ámbito del acceso a la justicia, tanto a través del Programa Iberoamericano de Acceso a la Justicia como del proyecto Eurosocial II, gracias a los que espera consensuar un nuevo protocolo regional de atención a las víctimas de violencia de género.
Avances en España
El ministro de Justicia ha recordó ante sus homólogos iberoamericanos las reformas que ha emprendido España para garantizar el derecho constitucional a la tutela judicial efectiva, la protección de derechos mediante la Justicia penal y el apoyo a las víctimas y la nueva relación con el ciudadano que permiten las nuevas tecnologías.
