Opinión

¡Fuera los haitianos!

¡Fuera los haitianos!

Fue Diandino Peña quien afirmó, sin que nadie protestara en el Panteón Nacional, ni frente a la Catedral Primada de América, que sin los haitianos la economía dominicana se derrumbaría. Ellos trabajan en las plantaciones agrícolas propiedad de los más poderosos e influyentes terratenientes del país como esclavos “modernos”. Trabajan en la construcción de las principales obras del gobierno y del sector privado en las peores condiciones. También se les ve en las “empresas sin chimeneas” que constituyen el turismo.
Los salarios de los haitianos, muchas veces burlados, suelen ser bajísimos.

Los haitianos no tienen seguridad social, ni derecho a sindicalizarse o militar en ningún partido político a menos que no sea durante los procesos electorados donde se les otorgan documentos para que puedan votar, generalmente por los candidatos oficialistas. Los haitianos dejan grandes beneficios a los empresarios del campo, de la construcción y del turismo. Para su entrada ilegal utilizan generales de las Fuerzas Armadas. Los pobres haitianos garantizaron la acumulación de capitales de empresarios y políticos que ahora hablan de “amor a la Patria”.

La “haitianización del país” la produjo los nacionalistas del capital, los que utilizan las fechas patrias como 27 de febrero, entre otras, para predicar el odio contra los haitianos, tergiversando los hechos históricos. (Fueron los haitianos quienes abolieron la esclavitud en esta parte de la isla, fueron los haitianos quienes respaldaron a Juan Pablo Duarte en su empresa revolucionaria).
No hay tal “invasión haitiana”. La mayoría ha sido traída a trabajar como burros desde hace muchos años. Otra buena parte ha llegado huyéndole a la miseria y la muerte de un país que no es país, ni nada que se parezca. (No creo en aquellos nacionalistas de pacotilla y doble moral que envían a sus mujeres a parir a Estados Unidos. Muchos de nuestros “patriotas” tienen la nacionalidad estadounidense).

Les pregunto a los nacionalistas que nunca enfrentaron, ni han enfrentado a esos sectores de poder, ¿cuántos millones de dominicanos se han ido del país, en “frágiles embarcaciones” enfrentando el mar y los tiburones, porque se mueren de hambre? ¿Dos millones? ¿Se imaginan dos millones, sumados a otros cinco millones de miserables que no han podido largarse reclamandocomida, salud, vivienda, trabajo, etc.?.

Tanto el pueblo dominicano, como el haitiano, han sido víctima de los mismos grupos económicos. Ellos han mantenido sumidos en la pobreza y la ignorancia a los dos pueblos. Predicar el odio y la venganza utilizando la prensa, las escuelas y universidades, con intelectuales y educadores reaccionarios, los favorece enormemente.

por. Juan Taveras Hernández

juanth04@hotmail.com

El Nacional

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