Pese a que las autoridades dominicanas insisten en la necesidad de una normalización de las relaciones comerciales con Haití, los productores agropecuarios están convencidos de que los haitianos no están interesados en ese tema y cada día ponen nuevos obstáculos para que ese comercio no se formalice, razón esta que los ha convencido de buscar otras alternativas.
La situación ha llegado a un extremo que los haitianos, que carecen de las más mínimas condiciones internas fitosanitarias, están exigiendo que los productores dominicanos cumplan con normas que no se exigen ni en la Unión Europea y Estados Unidos para que productos dominicanos, como el pollo y los huevos ingresen legalmente a su territorio.
Wilfredo Cabrera, directivo de la Confederación Nacional de Productores Agropecuarios dijo que la actitud de los ejecutivos haitianos se debe a la existencia de grupos económicos que se están beneficiando de la condición de Haití como “país pobre” para monopolizar el comercio.
Esto ultimo, afirmó, debido a que pese a la existencia de una prohibición formal de entrada de pollos y huevos procedentes de República Dominicana, éstos estaban entrando a Haití sin ningún tipo de obstáculos, pero, recientemente llegó una “donación” de huevos procedente de Brasil e inmediatamente en los puntos de entrada fronterizos se procedió a impedir el ingreso de ese alimento a procedente del lado este de la isla.
Por ello, tanto Cabrera como otros dirigentes del sector agropecuario del país están convencidos de que República Dominicana, que al parecer de Hecmilio Galván, director ejecutivo de Confenagro, tiene las potencialidades para ser el principal exportador agropecuario de la región del Caribe, debe buscar otras alternativas para colocar su excedente de producción, diferente al mercado haitiano.
Los productores locales indicaron que los haitianos que monopolizan el mercado interno de ese país obligan a los consumidores que paguen los huevos a 10 pesos, cuando son importados de otros destinos, en vez de pagarlos a 3.50 cuando son procedentes de República Dominicana.
Los pareceres de los directivos de las asociaciones del sector agropecuario fueron externados durante su participación ayer en el almuerzo de los medios de comunicación del Grupo Corripio, donde intervinieron Ricardo Barceló, presidente de la Asociación Dominicana de Hacendados y Agricultores; Julio De Beras, presidente de la Federación de Ganadores de la Región Este; así como Eric Rivero, presidente de la Confederación Nacional de Productores Agropecuarios, Cabrera, vicepresidente y Galván, director ejecutivo de esa entidad.
En la actividad, Rivero y Barceló pusieron en claro que las entidades que representan no han solicitado una modificación del Código de Trabajo, acorde con la posición de la mayor parte de las asociaciones de empleadores, con el objetivo de burlar las conquistas que han logrado los trabajadores, sino para modernizar esa legislación y que la misma pueda ser un instrumento para la generación de empleos y no una traba.
Al intervenir en la actividad, De Beras dijo que es inaceptable que pese a que el sector pecuario genera el 56 por ciento del producto interno bruto agropecuario, la Dirección General de Ganadería carezca de los recursos necesarios para hacer una eficiente labor de extensión en ese sector.
Estimó que el escenario, en la actual administración es más propicio para el desarrollo de la producción agropecuaria, pero indicó que persisten trabas burocráticas que obstaculizan el esfuerzo de las autoridades.
