Opinión

Mundial de Fútbol

Mundial  de Fútbol

Supongamos que el Mundial de Fútbol se realizara en República Dominicana, y tuviéramos un país con 193 millones de habitantes, de los cuales 50.7% son de raza negra, o mestiza.

Supongamos que en nuestro país la mitad de la población vive con US200.00 dólares al mes (375 reales), cantidad menor que el salario mínimo que es de 510.00 reales al mes, o sea unos $275.00 dólares. Y que 16.2% de los que viven en extrema pobreza ganan US$38.00 dólares al mes y también son negros y mulatos.

Supongamos que en nuestro país los blancos mueren ya en edad madura de cáncer, y los negros pobres entre 15 y 29 años de muertes violentas y accidentes.

Supongamos que entre el diez por ciento de los más ricos, solo el 20% es negro, mientras que en el 10% de los más pobres, el 73% son negros.

Supongamos que el salario de los negros es tres veces menor que el de los blancos, pero que a pesar de todas estas desgracias los negros son los autores de la música nacional del Brasil, la Samba, la cual llegó a las ciudades, desde las tribus Bantu, a finales del siglo XX.

Supongamos, que la samba como la conocemos se gestó en el barrio Estácio de Sá, entre el Morro y el Mangue, de Río de Janeiro, barrio poblado por las “clases peligrosas” de negros y mulatos, cuyos autores como es lógico suponer, fueron negros y mulatos.

¿No les parece a ustedes que lo menos que podía hacer el Brasil, un país donde, desde el año 2000, el 50.7% de los brasileros se define como negro, fue incluir a un negro, o negra, en el espectáculo inaugural del Mundial de Futbol?

Me encantó que Jennifer López aprendiera a bailar samba y diera una demostración en la inauguración del mundial. A fin de cuentas es una caribeña mestiza y como tal representaba a una parte importante de la América Latina y de la región del Caribe.

Me encantó que una rubia paulista, territorio de alemanes escapados o no del Tercer Reich, la Leite, también participara en el mundial y ¿por qué no? un rapero cubano y blanco. Lo que no entiendo es que el Brasil, con un gobierno progresista, no aprovechara la ocasión para demostrar al mundo que es una democracia racial y pusiera un espectáculo tan importante en manos de una belga que como es de suponer no tiene conciencia racial.

Si yo fuera brasilera y negra estaría ofendida, como dominicana lo que veo en este evento es una ratificación de que el racismo no ha muerto, ni aquí ni allá, con bachata o samba.

El Nacional

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