El estudio, elaborado por la fundación alemana Konrad Adenauer Stiftung (KAS) y la consultora argentina Polilat, señala que en 12 de los 18 países analizados se han obtenido peores registros en materia de desarrollo democrático que en 2013- Bolivia, Brasil, Colombia, Costa Rica, Chile, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, República Dominicana y Venezuela.
“Los beneficios de la mejora relativa de precios en los mercados internacionales para los productos de la región -recibidos durante estos últimos años- no han alcanzado para generar un proceso sustentable de desarrollo democrático”, subraya el informe.
Para los autores, el retroceso ha estado motivado también por “las falencias históricas de infraestructura económica y social de América Latina, sumadas a la desafección política general de la ciudadanía”, por lo que exigen “mayor creatividad y empeño de las dirigencias nacionales para revertir este proceso”.
El ránking del Índice de Desarrollo Democrático (IDD-Lat) sitúa en las primeras posiciones a Uruguay, Chile y Costa Rica, por ese orden, como los países con un “alto desarrollo democrático”. En la parte inferior de la tabla se ubican Guatemala, República Dominicana, Honduras, Venezuela y Nicaragua por padecer un “desarrollo democrático mínimo”.
El documento incluye en la categoría de “desarrollo medio” en materia democrática a cinco países por el siguiente orden- Argentina, Perú, México, El Salvador, Panamá y Ecuador. Con la calificación de “bajo desarrollo” quedan Brasil, Bolivia, Colombia y Paraguay. El valor promedio se situó este año en 4,602 puntos, frente al 4,868 obtenido en 2013.
Nicaragua es el país que presenta la peor puntuación, de 0,876, “la más baja obtenida desde el 2002 hasta la fecha” según el informe, en el que también se subraya resultan las grandes limitaciones del Estado, la “ineficacia institucional” y las “dificultades en el ejercicio de los derechos básicos, en el contexto de una sociedad polarizada”.
Por el contrario, el país que experimentó una mayor mejoría fue Ecuador, que por primera vez aparece en el grupo de desarrollo democrático medio, tras grandes avances en la “capacidad para generar políticas que aseguren eficiencia económica y bienestar, y en menor medida en la democracia de los ciudadanos y la democracia de las instituciones”.
