Fueron sepultados esta mañana en el cementerio de la avenida Máximo Gómez los restos de Enrique Ripley Marín, inmortal del deporte dominicano.
Una gran cantidad de personalidades vinculadas a las actividades deportivas y de diferentes sectores y extractos sociales, le dieron el último adiós a quien fuera uno de los abanderados del olimpismo y, en sentido general, de todas disciplinas donde funcionan el músculo y la mente.
Diferentes personas se apersonaron anoche a la funeraria Blandido, de la avenida Abraham Lincoln.
Familiares y amigos no podían esconder su dolor ante la partida de quien fuera catalogado como una leyenda del deporte olímpico.
Fue una persona poseedora de una solidez moral incuestionable, como pocos tienen.
Fue un hombre apegado al olimpismo y con una visión clara de lo necesario que es el deporte, dijo José Joaquín Puello, ex presidente del Comité Olímpico Dominicano (COD), a cuyo organismo perteneció por muchos años.
Expresó que con la muerte de Ripley Marín, Wiche y Capejón Díaz, el país ha perdido a parte de sus mejores hombres.
Para Puello Herrera Ripley Marín, quien tenía 86 años, era un hombre a quien debemos imitar, pero que nunca podremos sustituir.
Enrique Ripley Marín fue un destacado deportista, quien sintió gran pasión por el boxeo, siendo presidente de la Federación Dominicana de Boxeo, la cual entregó en relevo a Bienvenido Solano.
Padre del boxeo
Por su lado, la alta dirección del boxeo, lamentó el fallecimiento de Enrique Ripley Marín quien fuera calificado como Padre del boxeo dominicano.
Con la partida de Enrique Ripley Marín, se nos va un gran hombre del deporte y el olimpismo.
Le sobreviven Aída Gómez, su esposa; Geo Ripley, Fior Mateo de Ripley, Aida Ripley, Aída Mencías Ripley, Enrique, George Blandino Ripley, Henry, Amele y Mateo Ripley.
