Aunque poco a poco está desapareciendo el “zapatero remendón” para dar paso a las reparadoras de calzados, en muchos barrios capitaleños está creciendo el negocio de vender calzados usados en puntos fijos o móviles. En la gráfica, Nelson Jiménez, de 65 años y quien lleva 43 en el oficio de reparador y vendedor tiene su negocio en la acera de la avenida Duarte con calle Osvaldo Bazil, en Villa Consuelo. La mayoría de estos calzados son recogidos en Estados Unidos y enviados como donativo a República Dominicana./Foto Jorge González