Orlando Jorge Mera, asesinado el 6 de junio del 2022.
Santo Domingo.- Este martes seis de junio se cumple el primer año de la muerte de Orlando Jorge Mera, asesinado cerca del mediodía en su oficina donde ejercía como ministro de Medio Ambiente.
La noticia causó consternación en todo el país por la forma en que ocurrió el hecho y en manos de quién.
Y es que, poco se creía que su amigo de infancia, Fausto Miguel Cruz de la Mota sería el verdugo que tras varios disparos cegara la vida del reconocido político de 55 años de edad.
Largos minutos de pánico, llanto y deseperación se vivió en el edificio gubernamental donde todo el personal salió despavorido en busca de un lugar seguro, mientras las puertas de acceso fueron cerradas al creerse que el asesino aún estaba en el interior.
Cruz de la Mota, conocido como “Caranday”, logró burlar la seguridad y salir del edificio después de asesinar a Jorge Mera, sin embargo, su tiempo de escapatoria duró poco al no quedarle otra opción que entregarse a las autoridades cuando fue acorralado en una iglesia cercana a la institución, donde se había refugiado.
De acuerdo con el informe ofrecido por el Ministerio Público, Caranday discutió con el funcionario en el interior de su oficina por el hecho de que no había podido conseguir la aprobación de unos permisos medioambientales para la importación de baterías usadas, provocando que este perdiera un negocio.
Aunque esta versión es negada por el hoy condenado, lo cierto es que, Jorge Mera recibió varios disparos que le provocaron la muerte, noticia que generó incredulidad en la población por tratarse de un alto funcionario que hasta la fecha, no había estado ligado en escándalos o polémicas.
Condena
El pasado 26 de abril del año en curso, Fausto Miguel Cruz de la Mota fue condenado por el Cuarto Tribunal Colegiado del Distrito Nacional a 30 años de prisión al ser hallado culpable del asesinato del ex ministro, y al pago de 50 millones como compensación a los familiares de la víctima.
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Caranday cumple su sentencia en el Centro de Corrección y Rehabilitación (CCR) Najayo-Hombres, en San Cristóbal.
