Las Águilas Cibaeñas se han convertido en el equipo más difícil de vencer en partido apretados esta campaña, poniendo en 4-0 su marca en encuentros por una carrera.

El resultado del lunes por la noche no fue por una carrera, cuando vencieron 6-4 a los Tigres del Licey, sin embargo fue un choque se definió en el décimo episodio.

En entradas extras las Águilas registran 2-0, lo que resalta la capacidad de reacción que han mostrado esta temporada las Águilas.

En un estadio Quisqueya presentando la mejor asistencia, en lo que va de torneo, los parciales cibaeños comenzarón a celebrar temprano con la ventaja 3-0 que prensentaban los amarillos en la parte alta de la cuarta entrada, sin embargo la furia de la fanaticada azul se dejó sentir en la parte baja de dicha entrada, cuando el Licey descontó al anotar dos carreras.

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Una vuelta más llegó en el séptimo para las Águilas, sin embargo los Tigres igualaron las acciones en el noveno, lo que provocó más dramatismo en el choque, como suelen ser los partidos entre estas dos franquicias.

Pese a la situación y jugando como visitantes, los jugadores de las Águilas no bajaron la cabeza y la máquina de producción ofensiva de esta campaña se puso en ejecución.

“Anteriormente habíamos estado en esa misma posición o hemos estado abajo, por eso mantuvimos el ánimo porque sabemos que el equipo que tenemos sabe ripostar”, manifestó Adael Amador, quien fue el hombre grande para las Águilas al conectar el sencillo remolcador de dos carreras en el décimo, lo que desató gran furor en el estadio Quisqueya, tras el batazo que se produjo con bases llenas y dos outs.

“Ayudar al equipo a ganar es algo grandioso, porque tener 15-3 a estas alturas es algo que nos merecemos por la forma en que trabajamos día a día”, sostuvo Amador, de 22 años, sobre los resultados que están teniendo los de Santiago esta campaña.